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Trump se pavonea en los tribunales y provoca a Venezuela

Trump se pavonea en los tribunales y provoca a Venezuela

Dos personajes tan escandalosos como jactanciosos ocuparon la semana en los principales medios del mundo. Uno, el italiano Silvio Berlusconi, porque falleció a raíz de una leucemia, a los 86 años. El otro, Donald Trump, porque justo un día antes de cumplir los 77 años tuvo que escuchar en un juzgado de Miami los 37 cargos en su contra por documentación secreta encontrada en su mansión de Mar-a-Lago, en el estado de Florida.

Berlusconi y Trump compartieron perfiles se diría que calcados: empresarios inmobiliarios que llegan a la política con un preciso manejo de los medios y haciendo alharaca de sus conquistas sexuales, sin prurito para irritar al sentido común medio pero con un gran impacto en un electorado que celebra la humildad como valor político pero terminó seducido por la vanidad más vulgar.

Trump llegó este martes al tribunal envuelto en un aura de víctima de la persecución del «Estado profundo» y del partido demócrata, que según él busca sacarlo de carrera para las elecciones de 2024, cuando intentará volver a la Casa Blanca. Así se presenta en su red social Truth –fue bloqueado en Twitter y Facebook– y así creció otros diez puntos en las primeras encuestas luego de esta nueva comparencia judicial.

En abril pasado había tenido que presentarse en una corte de Manhattan por otros 34 cargos relacionados con el dinero de la campaña que lo llevó a la presidencia en 2016, el más sonado de ellos, el pago por el silencio a la actriz porno Stormy Daniels. En ambos estrados se declaró «no culpable». Los escándalos sexuales también lo vinculan con el que fuera presidente del Consejo de Ministros de Italia por tres veces y que lideró a los conservadores hasta su último día, el lunes pasado (ver aparte).

La acusación contra Trump era por varias cajas con archivos calificados como «Secreto de Defensa» que el FBI halló en su residencia de Miami apilados en un sector a la vista de los cientos de visitantes que se suelen solazar ante sus invitaciones.

El juez y el fiscal quisieron evitarse un show dentro del tribunal y prohibieron el ingreso de cámaras, grabadoras e incluso computadoras para que los periodistas tomaran apuntes. Sólo se supo a través de un cable de AFP que los reporteros lo describieron como irritado, con el ceño fruncido y los brazos cruzados de manera desafiante, en un gesto que lo caracteriza.

Como ya le había ocurrido en el caso de la actriz, Trump tuvo que sacarse una foto para el archivo procesal y «tocar el pianito» para verificar sus huellas dactilares. La causa es por retención ilegal de información relacionada con la seguridad nacional, obstrucción a la Justicia y falso testimonio, entre otras figuras penales.

A la salida, una multitud –sus seguidores estimaron en 50 mil personas– lo vitoreó gritando la que fuera su consigna de campaña, «Hagamos a EE UU grande nuevamente». Luego lo acompañó hasta un restaurante cubano donde le cantaron el feliz cumpleaños adelantado. Donald John Trump nació en Nueva York el 14 de junio de 1946.

Foto: AFP

«Es uno de los días más tristes de la historia de nuestro país, somos una nación el declive, soy víctima de una caza de brujas», insistió desde su plataforma Truth. «Cuando ves lo que han hecho, cuando ves los actos criminales y los actos horribles que han cometido… ¡y vienen por mí!», siguió protestando. «La Ley de Espionaje se ha utilizado para referirse a traidores y espías, no tiene nada que ver con que un expresidente guarde legalmente sus propios documentos», registró más tarde la cadena Fox News.

Petróleo venezolano

Si una particularidad tiene el 45º presidente de los Estados Unidos es la carencia de pelos en la lengua. Lo volvió a demostrar cuando dejó en claro que, si bien fue el único inquilino de la Casa Blanca que no inició ninguna guerra, ganas no le faltaron de haber invadido Venezuela durante su mandato.

En declaraciones que se inscriben en la campaña para recuperar el gobierno, y tras acusar otra vez a su sucesor de inepto, ahora recurrió a la política de la administración de Joe Biden sobre la República Bolivariana. «Cuando me fui, Venezuela estaba a punto de colapsar. Nos hubiéramos apoderado de ella, nos hubiéramos quedado con todo ese petróleo», dijo.

Y abundó: «Hubiera sido justo. Pero ahora compramos petróleo a Venezuela. Estamos haciendo a un dictador muy rico. ¿Pueden creerlo? Nadie puede creerlo». Y fue por más: «Yo hacía campaña y decía que íbamos a terminar siendo Venezuela con esteroides. Y eso es exactamente lo que le está pasando a nuestro país, se está yendo al infierno».

Desde Caracas, el presidente Nicolás Maduro replicó que la política que impulsaba Trump y que Washington siguió contra su país es un crimen de lesa humanidad. «Contra Venezuela se han hecho 1000 campañas, hace dos días el expresidente Donald Trump declaró su crimen contra el pueblo de Venezuela, declaró que el objetivo de su gobierno y de la sanción era hacer colapsar la sociedad venezolana para que el poder imperialista de EE UU se apoderara del petróleo de Venezuela». Maduro habló junto al presidente iraní Ebrahim Raisi en el marco de su visita oficial al otro paria de EE UU lleno de petróleo, Irán.  «

Renuncian abogados

Jim Trusty, sin hacer caso al significado de su apellido (leal, confiable) alegó «diferencias irreconciliables» con su cliente para renunciar a la defensa de Donald Trump en una demanda por difamación contra la CNN. El caso se inició en octubre pasado cuando el expresidente llevó a los tribunales a la cadena televisiva, a la que acusa de calumniarlo como «racista», «lacayo ruso», «insurreccional» y, en última instancia, «Hitler».


«Señor. El retiro se basa en diferencias irreconciliables entre el abogado y el demandante y el abogado ya no puede representar de manera efectiva y adecuada al demandante», escribió Trusty en una presentación ante el juzgado que lleva su firma. Junto con Trusty también renunció al equipo legal John Rowley. Todo a partir de la causa que se sustancia en Florida por los archivos secretos.


Trump apareció en su lectura de cargos con los abogados Todd Blanche y Christopher Kise, pero se supone que a medida que las causas en su contra vayan prosperando, sumará a algún letrado más. Se supone que está en condiciones de contar con los mejores abogados que el dinero pueda comprar.

Tiempo Argentino, 18 de Junio de 2023

Robert Kennedy Junior remueve el pasado y acusa a la CIA del crimen de JFK

Robert Kennedy Junior remueve el pasado y acusa a la CIA del crimen de JFK

Robert Kennedy Junior está lanzado a disputar la candidatura presidencial por los demócratas y encontró un hueco por donde golpear al establishment no solo de su partido sino de Estados Unidos. Ya venía adelantando, como reflejó Tiempo la semana pasada,(ver acá) que rechaza rotundamente el acoso a Rusia de parte de la OTAN y prometió que de llegar a la Casa Blanca liberaría a Julian Assange y Edward Snowden, entre otros personajes a los que considera héroes por haber usado la libertad de prensa para mostrar el verdadero rostro del imperio. En pocas palabras, que el hijo del ex procurador Bobby y sobrino del expresidente John no oculta que entre sus enemigos están los organismos de vigilancia e inteligencia de Estados Unidos. Así lo repitió en un reportaje en una radio AM de Nueva York en el que acusó a la CIA de estar involucrada en el asesinato de JFK, registrado el 22 de noviembre de 1963 en Dallas, Texas.

La hipótesis de que el asesinato de John Fitzgerald Kennedy fue obra de una conspiración de la que participaron organismos de inteligencia de Estados Unidos no es nueva. El caso es una incógnita recurrente y una herida abierta para la democracia de ese país. Ríos de tinta y kilómetros de películas muestran elucubraciones, documentos y diversos testimonios sobre el crimen. Para colmo, Robert Kennedy Jr. es hijo del que fuera secretario de Justicia de la administración de su hermano que también fue víctima de un magnicidio. RFK fue acribillado a balazos el 6 de junio de 1968 en el pasillo de un hotel en Los Ángeles donde celebraba su triunfo en las primarias en California en una contienda que lo tenía como fuerte candidato a la Casa Blanca. Dos meses antes había sido asesinado el pastor bautista Martin Luther King.

RFK Jr, de 69 años, no había militado políticamente hasta ahora. Se lo conoce como ambientalista y abogado defensor en litigios contra multinacionales como Monsanto y otros grandes contaminadores del río Hudson. Durante la pandemia sus acciones mediáticas crecieron porque cuestionó la vacunación contra el Covid-19, lo que llevó a que se lo considerara un antivacunas y a que le fuera bloqueada su cuenta de Instagram. Para más, sus críticas al “Estado Profundo” que integra el aparato burocrático asociado a los fabricantes de armas y el sistema financiero, lo hicieron parecer cercano a Donald Trump, lo que elevó las especulaciones de que intentaría una fórmula demócrata-republicana inédita en la historia de EEUU.

Estos días aclaró en su twitter que “bajo ninguna circunstancia” se uniría al expresidente. Había ido aclarando antes que nunca estuvo en contra de la vacuna, solo exigía que fueran suficientemente probadas y seguras antes de someter a las poblaciones a su aplicación. De paso reclama a Elon Musk porque le bloquearon el tuit en que pedía le devuelvan su Instagram.

Pero el domingo pasado habló con John Catsimatidis en el programa matinal de la WABC (770 AM) y afirmó que “está más allá de toda duda razonable” que su tío fue asesinado por una conspiración de la que participó la CIA. “Existen pruebas aplastantes”, abundó. Citó, entre ellas, una investigación de James W. Douglas, JFK and the Unspeakable (JFK y lo inconfesable) donde se detallan algunas de las maniobras y manipulaciones para que apareciera como magnicida un oscuro personaje, Lee Harvey Oswald, asesinado a su vez dos días más tarde –también en un pasillo, pero de un cuartel de policía- por Jack Ruby, dueño de clubes nocturnos ligado a la mafia.

El hombre que mató al padre de RFK Jr. se llama Sirhan Bishara Sirhan,  nació en Jerusalén, es de origen palestino y había emigrado a EEUU con su familia una década antes. Fue detenido durante la balacera y condenado en primera instancia a la pena capital, luego conmutada por cadena perpetua.

En marzo pasado volvió a pedir su libertad condicional. A los 78 años de edad, pasó casi 55 años preso. Un tribunal de California volvió a denegarle el beneficio. SBS jura que no recuerda qué ocurrió ese nefasto día. Alguna vez se dijo que atentó contra RFK porque el candidato había comprometido su apoyo a Israel en Medio Oriente. Su abogado, Lawrence Teeter, afirma que fue víctima del programa MK Ultra, de la CIA y que actuó en estado de hipnosis.

Tiempo Argentino, 14 de Mayo de 2023

Sergio Galiana: «El problema de EE UU en Sudán es cómo reconstruir su presencia en ese país»

Sergio Galiana: «El problema de EE UU en Sudán es cómo reconstruir su presencia en ese país»

Sergio Galiana es historiador, magister en Relaciones Internacionales y docente en la Universidad de General Sarmiento y en la UBA. Es uno de los mayores expertos del país en la realidad africana y desde ese lugar desmenuza ante Tiempo la situación en Sudán, atravesada por un conflicto entre el gobierno de transición de Abdelfatah al Burhan y las milicias de la Fuerzas de Reacción Rápida (FRR).

«Sudán, desde fines de los ’80 hasta 2019 tuvo un gobierno, el de Omar al Bashir, que en su momento era parte del ‘eje del mal’. Cuando tomó el poder, Sudán era lo que hoy, más Sudán del Sur, donde había una guerrilla separatista, y tenía otros conflictos internos: el más activo, en la provincia de Darfur, una zona en la que, por el acceso a las tierras y el agua, chocaban campesinos negros no arabizados y grupos de pastoreo de camellos. Para enfrentar la guerra en Darfur, Bashir armó grupos paramilitares, los ‘yanyauid’, que no eran parte de la estructura política y fueron acusados de genocidios», comienza Galiana. «En 2005 se firman los acuerdos de paz y Sudán del Sur logra la independencia pero la zona sigue muy conflictiva y Bashir le da institucionalización a esas milicias, que derivan en estas FRR. Ahí tenías al ejército que gestionó aquella transición ‘pacífica’, y una enorme movilización popular que presionaba por una transición democrática. La transición se estira, y se produce un golpe de Estado, que hace que Sudán sea sancionado por la Unión Africana: puede ser un genocida, pero si es elegido, lo aceptan; si es producto de un golpe de Estado, lo sancionan».

–La sublevación hoy está encabezada por el general Mohamed Hamdan Dagalo, Hemetti.

–Cuando se produce el levantamiento popular, hábilmente cambia de grupo y se pone al frente de una salida negociada. Con el tiempo controló la explotación de minas de oro y se convierte en empresario y en un político poderoso. Lidera el FRR, que hoy pelea por el poder: tienen mucho dinero, fierros fuertes y gran experiencia de lucha, a diferencia del ejército, cruzado por cuestiones de corrupción. Intervinieron en otros conflictos, como en la guerra civil de Yemen con Arabia Saudita. Son mercenarios: van donde hay billetes. Y tienen buena relación con el grupo Wagner (ruso).

–Los rusos quieren construir una base naval en el Mar Rojo ¿Cómo es que están tan activos ahí?

–Como eje del mal, Sudán fue objeto de sanciones económicas de la UE y EE UU. Y en los 2000 reorienta su política hacia China y Rusia.

–La visita de Victoria Nuland (subsecretaria de Estado) y las presiones de Antony Blinken (canciller de EE UU) ¿qué buscan?

–El que firma los acuerdos (con Rusia) es el gobierno, que se conformaba por las milicias, los paramilitares y el Estado. Por eso, lo único que le queda es presionar para una transición política. China es el principal socio comercial de Sudán, pero baja su perfil porque no le conviene quedar apoyando a gobiernos militares. Por eso saltan los yanquis.

–¿Se puede hablar de ideología de unos y de otros?

–En términos ideológicos, no hay nada. Ambos grupos dicen que están comprometidos en organizar una transición hacia un gobierno civil. No es que quieran nacionalizar el petróleo o eso. Es una puja por poder. Una cuestión central es la desarticulación de los grupos paramilitares, que en un gobierno civil, deberían desaparecer. ¿Cómo lo haces? ¿Los integrás al ejército? ¿Quién se queda a cargo del ejército? Hemetti lidera un grupo paramilitar. Si se queda con el poder dirá que será garante de la transición, y podrá ser un presidente civil en el futuro. Todos tienen excelentes relaciones con Rusia y con China, lo que, de alguna manera aceleró el conflicto. Deja de ser una cuestión de política doméstica. Un acuerdo político para dejar que se establezca una base militar es pasar de pantalla…

–¿Cómo puede ejercer presión EE UU?

–Por los vecinos. Egipto y Etiopía, por ejemplo, son dos piezas muy fuertes de la política norteamericana. Van marcándole la cancha de hasta dónde puede coquetear con los rusos. Y además influencia a través de ONGs, grupos religiosos y otros, que para países sancionados son fundamentales. Estados Unidos no va a amenazar con una invasión pero tiene miles de formas capilares de intervención. Por ejemplo, por el programa mundial de alimentos, medicina, y otras cuestiones. Pero el problema de EE UU es cómo reconstruir su presencia en ese país. Es el problema de la política de sanciones: si no lográs estrangular a un país, lo empujas a otro lado. Y en este contexto, significa que se vayan con los rusos.

–O con los chinos.

–Un gran problema de EE UU en este siglo es el avance de los chinos en África. Van por los commodities y por mucho más. En los últimos años, el principal destino de los estudiantes becados en el exterior es China. Hacen carreteras, compran cosas, se llevan el petróleo, venden armas, saquean el país. Lo hacen los yanquis, lo hacen los chinos, como en otro momento lo hicieron los ingleses, los franceses… Acá no hay uno bueno y uno malo.

–Además de la base naval ¿en qué otros lugares quiere intervenir Rusia?

–Hay que mirar las votaciones en las Naciones Unidas. ¿Quiénes votan sistemáticamente sanciones contra Rusia? EE UU, sus satélites, la UE, Japón, Australia y Nueva Zelandia. El resto tiene una política mucho más ambigua y Sudáfrica salió a bancar muy fuerte la no intervención. La respuesta fue: «estamos llenos de guerra, nosotros no pedimos que tomen partido, ¿por qué intervendríamos nosotros en la guerra en Ucrania?». El imaginario norteamericano era que hubiera 150 países condenando a Rusia y eso no ocurrió. Los rusos fueron construyendo esta política yo diría desde hace 15 años. La guerra claramente reactivó esta idea de no alineamiento. En Irak fue «vamos todos» y hoy ya no. Es un problema que tiene EE UU a la hora de reconstruir su hegemonía global. 

–¿Quién en el resto de África sería amigable con EE UU?

–Ruanda claramente se alineó con EE UU y Gran Bretaña. Tiene acuerdos vergonzosos en términos de derecho internacional como que los solicitantes de asilo al Reino Unido pueden ir a Ruanda. Pero recibe muchas inversiones y después del genocidio recuperó un montón. Tiene inversiones, estructuras, es uno de los dos países candidateado para fabricar vacunas, junto con Senegal, tiene acuerdos con India para fabricar celulares. Fue un alineamiento que le dio mucho beneficio al país. Pusieron plata en el Arsenal para bancar al equipo, lo que motivó pedido de informes a la UE porque recibe dinero de la cooperación internacional y la usaron para un equipo de la Premier Ligue. Tenía otro con el PSG. Yo creo que la apuesta fuerte de EE UU en Sudán es asegurar una transición política y pensar en construir algún candidato que salga de estos señores de la guerra.

–¿Esta situación puede influir sobre algún otro país de la región?

–El problema de Sudán crea conflictos a todo nivel y el primero es el de los desplazados. Sudán estuvo en guerra durante muchísimo tiempo pero nunca en la capital, Jartum. Ahora se están tirando con todo en el centro de la capital. Y tienen de todo para tirarse. Fue tan sorpresivo que mucha gente ni podía salir de la casa. Todos los países de la región presionan para encontrar una solución.

–Una lectura rápida podría decir que los grupos paramilitares, como ha sido tradición de la política estadounidense, son financiados por las agencias de EE UU.

–Esta política que vos señalás es lo que Rusia construyó en los últimos 15 años. El Grupo Wagner es eso. Los medios hablan mucho de estos grupos de mercenarios que van por los diamantes, por el petróleo, por minerales, pero eso es lo que hacían los estadounidenses y vos no te enterabas. Ahora hablan de que la inestabilidad es por los rusos como si antes África hubiera sido Suiza. Digamos que está la CIA, está Israel, están los saudíes, Emiratos Árabes Unidos, que tiene fuertes inversiones en Sudán. Son países que empezaron a jugar fuerte en la política regional en los últimos diez años. Hay algo de la política regional que se escapa de la lógica estadounidense. En Sudán EE UU tiene líneas con todos los actores, pero nadie puede decir abiertamente que apoya a alguno de los dos bandos porque el origen es ilegítimo: el gobierno porque es producto de un golpe  y los otros porque es un grupo paramilitar. Lo que es interesante es que toda esa movilización que llevó a la caída de Bachir sigue vigente y hoy son los que en la práctica están atendiendo a todas las víctimas civiles del conflicto. Comités de barrios, de profesionales, de médicos, de enfermeras, de tipos que tienen algo y lo ofrecen. Toda esa oleada de participación ciudadana, democrática, que se había generado al fin de la dictadura sigue vigente en una situación extremadamente hostil. En medio de ese lío tratan de organizar redes de contención, que para mí es de donde puede venir un cambio emancipador, positivo. En lo otro no veo que haya nada que sea más que agarrar el estado y hacer negocios.  

Tiempo Argentino, 7 de Mayo de 2023

Estados Unidos: una filtración de documentos secretos que alimenta muchas dudas

Estados Unidos: una filtración de documentos secretos que alimenta muchas dudas

En un país con una larga tradición de whistleblowers (denunciantes éticos) como Daniel Ellsberg –en la guerra de Vietnam- o Edward Snowden –sobre el espionaje global de agencias de EE UU-, la revelación de miles de documentos, que exponen debilidades en el frente ucraniano o muestran desconfianzas del gobierno de Joe Biden con Israel o Corea del Sur, parecía un apetecible bocado para los medios masivos. Para más, esos días se cumplían cuatro años de la detención del australiano Julian Assange por haber publicado millones de archivos sobre atrocidades de tropas en Irak y Afganistán. Pero esta vez el convite del The New York Times o el Washington Post no caló igual. Y sin bien en los primeros días los medios concentrados le dieron cobertura, a poco de rascar un poco se fueron viendo algunas inconsistencias.

Este viernes un joven de 21 años, integrante de la Guardia Nacional, fue acusado de orquestar «la filtración de documentos más grande desde 2013», con el caso Snowden, hoy exiliado en Rusia. El exagente de la CIA, que tenía bien presente las consecuencias para su salud de la filtración que había acordado con el británico The Guardian, mostró sus cartas en un hotel de Hong Kong y se refugió en Moscú para no terminar perseguido como Assange.

Jack Texeira, el actual acusado, había comenzado a enviar fotos de los documentos por un servidor de la red Discord del juego Minecraft desde principios de marzo, en chats de un grupo denominado Thug Shaker Central (Agitador Matón Central) con el nickname OG. Algunos archivos se vieron en Twitter, Telegram y 4Chan. Hasta que salieron en NYT WP no tuvieron gran difusión y fueron interpretados como la bravuconada de un muchacho engreído. Pronto el gobierno “prohibió” su difusión y se creó un ambiente de paranoia. Pero los que conocen el entramado de los servicios de inteligencia –eso que Donald Trump popularizó como “estado profundo”- vieron algunos huecos en el relato.

¿Cómo Teixeira, hijo y nieto de soldados y conocido como un católico “patriota y afecto a las armas” pudo acceder a documentos de ese nivel de secreto? ¿Qué tanto informa y hasta qué punto no es una operación de desinformación? Si esto es así, ¿se busca invitar a los rusos a una emboscada en el campo de batalla, o se pretende que los miembros de la Otán pongan más dinero en ese agujero negro en el que ya se dilapidaron millones de dólares?

Hay datos sobre Emiratos Árabes Unidos que muestran la ofuscación de Biden por el giro en Medio Oriente, donde tras la reanudación de relaciones entre Irán y Arabia Saudita auspiciada por China hay un cambio de paradigma que afecta a la principal arma de EE UU, el dólar (ver aparte). Otra sospecha: en 1979 Jimmy Carter perdió la elección contra Ronald Reagan luego del fracaso de una operación para rescatar a rehenes retenidos en la embajada estadounidense en Teherán por estudiantes iraníes. ¿Esta filtración intenta probar la inoperancia de la actual administración demócrata?  

Tiempo Argentino, 16 de Abril de 2023