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Una bomba de tiempo para la dirigencia política brasileña

 

Sergio Machado se convirtió en una bomba de tiempo para la dirigencia política de Brasil. El hombre presidió una empresa de Petrobras ligada al área de logística, Transpetro, como parte de los acuerdos entre el PT y el PMDB, que fueron la base sobre la que Lula da Silva y Dilma Rousseff gobernaron en continuado desde 2003. Pero desde que estalló la causa de corrupción en la petrolera estatal, entró en el plan de delación premiada con el sistema judicial brasileño. Y grabó todo, de modo que esos archivos sonoros -enviados a los medios a cuentagotas- van dejando un tendal que ya enchastró al partido creado por el líder metalúrgico hace 30 años y ahora se esparce como una mancha de aceite sobre el grupo que tomó el Planalto por asalto hace 17 días.

El primero en caer fue el fugaz ministro de Plenamiento, Romero Jucá, presidente interino del PMDB, quien en una conversación con Machado revela una verdad que hasta entonces era solo sospecha bien fundada: que el golpe contra Dilma tenía como trasfondo detener el avance judicial sobre los involucrados en la causa Lava Jato, por corrupción política con dineros de Petrobras. Ni qué decir que eso fue un argumento a pedir de boca para Dilma Rousseff, que no está implicada en causa penal alguna y fue separada del cargo acusada de una maniobra contable.

Se difundieron diálogos que afectan al presidente del Senado y al ex presidente Sarney, impulsor del impeachment.

El jueves trascendieron dos nuevas «filtraciones», una con el presidente de la Cámara de Senadores, RenanCalheiros, y la otra con el ex presidente José Sarney. Calheiros es un personaje clave en la sustanciación del impeachment -podía haber rechazado el último planteo de Diputados enviado por el reemplazante del corrupto Eduardo Cunha, pero aceleró la apertura del juicio político- y se lo escucha dialogando con Machado entre otras cosas sobre la necesidad de poner fin al acoso judicial a los dirigentes sospechados. Y sostiene que para eso sería imprescindible poner límite a la ley sobre delación premiada.

Sarney, el mandatario que en 1985 firmó con Raúl Alfonsín el documento que sirvió de base para la creación del Mercosur y luego acordó la alianza con Lula da Silva en 2002, en una grabación trata de calmar los temores de Machado a ir preso de por vida y se compromete a ayudarlo desde su cargo de senador vitalicio.

La historia de Machado ofrece un perfil exacto de lo que es el político promedio en el gigante sudamericano y explica en gran medida al crisis actual. «Tucano» en su origen, es decir, miembro del PSDB, el partido opositor a Lula y Dilma, se pasó en 2001 al PMDB, cuando ya estaban avanzadas las negociaciones para la coalición con el PT que tenía aires de ganadora en las próximas presidenciales.

En 2003, a instancias de Calheiros, el flamante presidente Da Silva lo nombró en Transpetro, que tiene el control de los oleoductos, gasoductos y los buques petroleros de la más grande empresa energética de Sudamérica. Su calvario judicial comenzó en octubre de 2014, cuando la consultora Price WaterhouseCoopers (PwC) se negó a firmar un balance contable de Petrobrás si Machado no era alejado de su puesto, luego de once años en ese sillón clave.

Fue uno de los primeros en ingresar en el sistema de delación premiada y destapó varias ollas sobre la corrupción en la petrolera. Para la prensael eje fue puesto, entonces, sobre dirigentes del PT. Pero ahora sale a la luz el resto del iceberg. Se dice que cuando negoció con la justicia, aceptó ponerse un micrófono escondido entre sus ropas para implicar a otros dirigentes tan sucios como él.

Cuentan quienes lo trataron que en Transpetro, a su vez, que estaba bastante paranoico desde hacía y que, a la manera de Richard Nixon, hacía grabar todas las conversaciones que mantenía en su despacho. De allí el terror que producen estas filtraciones que publicó en primer lugar Folha de Sao Paulo. Y por eso catalogan al ex titular de Transpetro como un hombre-bomba. Si cambian la ley de delación y el Lava Jato no llega hasta el hueso, seráuna señal inequívoca del alcance de los archivos malditos de Machado. Y la prueba de la podredumbre generalizada en el sistema político brasileño. «

Frentes populares para defender lo conquistado

En 1989 Lula da Sliva se presentó a elecciones con una alianza de partidos de izquierda -PT, Partido Comunista y Partido Socialista- y movimientos sociales que se llamó Frente Brasil Popular. Derrotado por Fernando Collor de Melo, a instancias de José Dirceu decidieron formar coalición con un partido de centro derecha nacido en tiempos de la dictadura, el PMDB. Así fue que el PT llegó al poder en 2003.

En setiembre de 2015, cuando ya era evidente que el golpe contra Dilma Rousseff no se iba a detener tan fácilmente, las principales centrales gremiales, los movimientos sociales y los colectivos de defensa de derechos de género, de diversidad sexual y racial e indigenistas reflotaron el FBP. Por un lado como homenaje a aquella coalición, según explica a Tiempo Iole Ilíada, vicepresidenta de la Fundación PerseuAbramo, del PT. la mismo tiempo, con la idea de ir conformando una suerte de Frente Amplio a la brasileña.

Por lo pronto, hace unos días el PT hizo una autocrítica sobre sus errores en estos últimos años y para evaluar los pasos a seguir en el futuro. «Hay que tener en cuenta que en octubre hay elecciones municipales y ese va a ser un test para Michel Temer y sus aliados», alerta el politólogo Ricardo Romero, especialista en asuntos brasileños y docente en la UBA. De allí que el presidente del PT advirtiera que no harán alianzas locales con partidos que apoyaron el impeachment.

Pero Ruy Falcao fue más lejos y cuestionó los acuerdos con partidos como el PMDB, que finalmente le clavó un puñal por la espalda. «El partido terminó contaminado por la financiación empresarial para sus campañas», dice el documento final de ese encuentro clave. El PT. añade el texto, quedó «rehén de acuerdos tácticos para el manejo del Estado».

El FBP no es el único frente para enfrentar la defensa de los derechos conquistados en estos años y atacados de cuajo por el golpe contra Dilma. También está el Frente Pueblo Sin Miedo (FPSM). En ambos está el MST y las centrales sindicales, pero en este último no figura el PT.

Tiempo Argentino
Mayo 29 de 2016

García Linera: «Debemos acelerar una segunda oleada revolucionaria»

García Linera: «Debemos acelerar una segunda oleada revolucionaria»

El tono general fue de análisis profundo y descarnado, de crítica y evaluación de errores cometidos por los sectores progresistas de la región, pero también de optimismo ante este embate de la derecha en varios países tras el triunfo de Mauricio Macri en Argentina y el apartamiento de Dilma Rousseff del poder en Brasil. Álvaro García Linera, Emir Sader y Eduardo Rinesi participaron en una charla organizada por la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA y la Fundación Germán Abdala para debatir un tema que resulta candente, «la restauración conservadora». El encuentro se desarrolló ante una sala que desbordaba, el auditorio Roberto Carri de la sede de Constitución.

El vicepresidente boliviano, notable orador y un fino analista político, se hizo cargo de que los gobiernos que en lo que va del siglo estuvieron en el poder en Latinoamérica representaron un «republicanismo plebeyo» contrario al que desde los inicios de la historia se enseñoreó en nuestros países. Y destacó que esta década larga fue el período de mayor crecimiento e integración en 200 años. Pero si bien reconoció que «no estamos en un buen momento», al mismo tiempo insistió en que se debe luchar por retomar la senda virtuosa que ahora parece perdida. «Estamos en el fin de una primera oleada revolucionaria, hay un reflujo y debemos acelerar una segunda oleada que nos lleve más lejos». La síntesis podría resumirse en que no se puede bajar los brazos. «Luchar, vencer, caer, levantarse, y volver a luchar», puntualizó el vicepresidente boliviano «hasta que se acabe la vida».

«Es necesario identificar dónde están nuestras debilidades, para superarlas y retomar la iniciativa», dijo.

Didáctico, García Linera detalló varios puntos que a su modo de ver representaron los puntos más destacados en este proceso regional. «En el plano político hubo un ascenso de las clases sociales al control del Estado». Esto implicó que en el caso de Bolivia, un 20% de la población se incorporó a las clases medias.

También hubo un fortalecimiento de la sociedad civil y un notable proceso de redistribución de la riqueza en el continente más desigual del planeta. «se amplió la capacidad de consumo de la población en general», destacó.

Estas políticas posneoliberales y el fortalecimiento de las instituciones regionales produjeron un crecimiento en los grados de libertad de los países latinoamericanos. Lo que permitió que en el caso de su país, se pudiera con ayuda de los gobiernos vecinos y las instituciones como Unasur parar un golpe contra el presidente Evo Morales en 2008, «cuando de nueve departamentos que hay en Bolivia, no pudiéramos ni Evo ni yo pisar en cinco, gobernados por la derecha».

Pero esas fortalezas convivieron con un cúmulo de debilidades que ahora pueden producir desazón, pero, dijo, es necesario afrontar. ¿Qué no hemos hecho bien? se planteó. Teniendo en cuenta que la derecha siempre va a estar al acecho, abundó, porque nunca va a renunciar a sus privilegios. Pero «es necesario identificar dónde están nuestras debilidades, para superarlas y retomar la iniciativa». Y la primera debilidad pasa por las contradicciones al interior de la economía. «No tenemos que olvidar que política es economía», apuntó García Linera, haciendo hincapié en que el proceso político revolucionario debe garantizar los satisfactores básicos de la sociedad para mantener la iniciativa.

Otra debilidad es haber hecho redistribución sin politización. Esto es, que los logros de la sociedad no fueron en muchos casos entendidos como parte de un proceso político. Un error que, reconoció, implicó haber perdido en Bolivia el referéndum de febrero pasado «por no haber entendido las nuevas sensibilidades que hay en sectores de clase media que se incorporaron a la economía en estos años y que nosotros no supimos entender».

Este punto es importante porque implica saber que para que los cambios sean profundos «es necesario constituir otro sentido común». Y el problema es que ese sentido común todavía está representado por los grandes medios de comunicación.

Pero para los movimientos populistas un tema clave también es el de la continuidad del liderazgo, lo que en el caso boliviano se intentó zanjarmediante la consulta popular para una nueva reelección de Evo Morales. «Es algo que no hemos resuelto para regímenes democráticos», destacó. Otro tema fue que la integración económica continental es aún débil, una cuenta todavía pendiente y que en momentos de reflujo como los que ahora se viven, aparecen como un grave déficit. Porque, sostuvo García Linera, «cada gobierno está viendo su espacio geográfico, su mercado, y pierde perspectiva. Hay limitaciones».

 

Nada es fácil, agregó el vicejefe de gobierno boliviano, quien propuso le creación de un gran estado plurinacional continental «que respete la idiosincrasia de cada país» pero represente una unidad de 450 millones de personas y todas las riquezas de la naturaleza. «Solos somos presa de la angurria y el abuso de empresas y países del norte»

¿Que va a pasar en el futuro? García Linera propuso no ser pesimista. Porque la derecha no tiene nada que ofrecer, «todo lo que propone es ir hacia atrás». No es como en los 90, que podía plantear el combate de la inflación o sea suerte de utopía privatista. «Ellos son como zombies, como muertos vivientes -agregó- nosotros somos el futuro». «

La democracia bajo la mirada de Rinesi

Eduardo Rinesi comenzó su exposición intentando una caracterización de las distintas etapas que vivió el concepto de democracia desde el fin de la dictadura. Para el filósofo, era natural que en América Latina y en Argentina una «palabra tan polivalente» tuviera distintos significados se la asociaran con lo peor de una sociedad. «Los últimos gobiernos de la dictadura entendían a la democracia como el orden, opuesto al populismo». La forma de resolver esa cuestión fue arrasar con las libertades individuales. Frente a ese poder temible del Estado, era casi natural que se iniciara en los ’80 una democracia asociada a la utopía. Pero con un fuerte contenido antiestatalista. «En los largos ’90 la democracia se la asoció con una rutina, más desangelada, que garantizaba ciertas garantías mínimas, ciertos derechos elementales y libertades básicas, con votación cada dos años», añadió Rinesi.

Pero todo estalló en el aire a fines del 2001 en una «suerte de espasmo participativo». Fue una democracia muy vigorosa, asambleística. Era la idea participativita de la defensa de derechos que el neoliberalismo había dejado de lado, defensa de la libertad positiva para participar en la cosa pública. «En el 2003 empieza otra historia: la democracia no es como orden hay una democratización de un proceso de administración, de universalización de derechos».

En tal sentido el ex rector de la Universidad de General Sarmiento sostuvo la importancia de apropiarse de la idea de republicanismo y liberalismo en el buen sentido. «Porque nosotros, los populistas, somos los verdaderos republicanos», resumió.

Sader: «Eligieron el peor Congreso»

El sociólogo brasileño expuso sobre los problemas relacionados con el actual momento que vive Brasil luego de la aprobación del juicio político a Dilma Rousseff. Y fue contundente: «Ellos (los conservadores) perdieron cuatro elecciones y como sabían que no podrían derrotar a Lula en 2018 buscaron un atajo para sacar a Dilma del medio».

Relató luego que esta fue la última elección en que hay financiamientos privados se aprovecharon, afirmó, de una situación especial y lograron imponer sus propios candidatos. «Eligieron el peor Congreso en la historia de Brasil», aseguró Sader. Y ese Congreso fue el que dio «un espectáculo vergonzoso el 17 de abril» al votar el impeachment en Diputados.

Pero como buen analista de la realidad, desde que es uno de los intelectuales de la izquierda latinoamericana más brillantes, pidió reparar en los errores cometidos en el gobierno del PT. «Se hizo una política económica errada, un ajuste fiscal injusto» que hizo caer la crisis en los más pobres. Pero también inistió en los errores gruesos en la política económica ya que «nunca un ajuste lleva al crecimiento» y cuestionó una estrategia política catastrófica que le quitó apoyo popular al gobierno.

Sin embargo, lo que terminó siendo decisivo para la suspensión de Dilma fue la mayoría parlamentaria de derecha, acicateada por los medios hegemónicos. «Este es un gobierno de bandidos, con perdón de los bandidos», ironizó Sader. Con todo, el sociólogo destacó que aún no está todo dicho sobre el futuro del gobierno, ya que las manifestaciones a favor de Dilma son masivas y crece el malestar por los escándalos que envuelven al gobierno provisorio.

 

Tiempo Argentino
Mayo 29 de 2016

La foto es de Edgardo Gómez

Temer aplaudido por el FMI y los mercados financieros

Las acciones del gobierno interino generaron rechazo en sindicatos y organizaciones de base, no sólo en Brasil, sino en otros como la Argentina. Su Gabinete también es muy cuestionado. De 21 ministros designados, siete están implicados en la causa de corrupción de Petrobras.

La andanada de medidas que el gobierno provisional de Michel Temer desplegó en Brasil en estos diez días despertó críticas y protestas no sólo en su país sino en el mundo entero. El reclamo por el furioso intento de reemplazar el paradigma que en 13 años fue modelando el Partido de los Trabajadores llegó incluso a Buenos Aires, donde los residentes brasileños nucleados en Coletivo Passarinho protagonizaron una performance frente a la embajada donde escenificaron las áreas que el golpismo busca demoler.

Por si hacía falta algo para comprobar de qué viene esta nueva era, el Fondo Monetario Internacional celebró las medidas adoptadas por el nuevo ministro de Hacienda Henrique Meirelles para «estabilizar la trayectoria de la deuda y preservar el sistema de seguridad social a través de reformas que garanticen la sustentabilidad financiera a largo plazo», destacó el vocero Gerry Rice. El clima festivo se extendió a los mercados, que reaccionaron con subas en las acciones de Petrobras tras el anuncio de que el ex titular de la Casa Civil Pedro Parente será presidente de la mayor empresa del gigante sudamericano.

El golpe contra Dilma se revela como una acción combinada de los poderes económico-financieros globales y de la inteligencia de Estados Unidos.
El golpe contra Dilma Rousseff se revela cada vez más como una acción combinada de los poderes económico-financieros internacionales y sectores de inteligencia estadounidense. Meirelles había sido titular del Banco Central con Lula da Silva y proviene del riñón bancario. Parente, jefe de Gabinete de Fernando Henrique Cardoso, dirigió la filial de Bunge en Brasil y desde 2010 regentea su propio emprendimiento: un fondo de inversiones, Prada, exclusivopara la gestión de fortunas que superen los 20 millones de reales (casi seis millones de dólares).

El Gabinete de Michel Temer deja mucha tela para cortar en el ámbito judicial. De los 21 ministros designados, siete están implicados en la causa Lava Jato –el escándalo Petrobras– y tres en otras denuncias de corrupción a su paso por gestiones estaduales y federales. Un detalle: Otavio Azevedo y Flavio Barra, dos jerarcas de la multilatina Andrade Gutierrez, acusaron al flamante ministro de Planificación Romero Jucá de haber recibido millonarios aportes para su campaña en el marco de acuerdos irregulares para la construcción de una represa.

En ese sentido tal vez el último condenado por el caso de la petrolera sea el ex jefe de Gabinete de Lula, Jose Dirceu, sentenciado a 23 años y tres meses de prisión por el juez Sergio Moro el miércoles.

Este escenario motivó una columna irónica del sociólogo de Oxford Celso Rocha de Barros relacionada con la crítica de que el Gabinete de Temer no tiene damas ni afrodescendientes. “Las mujeres y los negros están subrepresentados entre los implicados en el Lava Jato”.

Al decir de Glenn Greenwald, el periodista que publicó las revelaciones del analista de la NSA Edward Snowden en The Guardian, la arremetida contra el gobierno del PT tiene olor a petróleo y tal vez sea la principal consecuencia del espionaje ilegal a la mandataria y a Petrobras, otro escándalo pero de corte político-internacional. Greenwald, que vive desde hace 11 años en Brasil, dice que para él fue “inspirador y estimulante ver un país de más de 200 millones de habitantes liberarse del grillete de 21 años de dictadura de derecha apoyada por Estados Unidos y Gran Bretaña, y madurar una joven y vibrante democracia”. Lo dramático, añade, es “lo fácil y rápido que esa democracia puede ser revertida y abolida en todo menos el nombre”.

Y sí, las primeras medidas de Temer –recortes en planes de seguridad, el anuncio de modificaciones en el sistema de jubilaciones que los sindicatos rechazaron y suspensiones en la construcción de dos millones de viviendas del plan Mi Casa, Mi Vida– son favorables a lo que los mercados y el FMI apetecen. A nivel regional la designación de José Serra, notorio enemigo del Mercosur y Unasur, es en cambio un bocado para la estrategia del Departamento de Estado. La visita que Serra este domingo tiene planeada a Buenos Aires motivará protestas de la militancia local y de residentes brasileños. Pero Temer ya se está acostumbrando a ese rechazo generalizado.

La cultura de pie por la democracia

En todo el mundo los brasileños repudiaron «la muerte de la democracia». Lo que no imaginaban los propulsores de la interrupción del gobierno del PT es que los más visibles sean actores y artistas en general por la eliminación del Ministerio de Cultura. Uno de los hechos más trascendentes fue en el festival de Cannes, cuando el director de la película Aquarius, Kléber Mendonça Filho, y la protagonista, Sonia Braga, se sumaron al elenco para decirle No al golpe.

En Río de Janeiro, el edificio del Ministerio de Cultura se cantó un tema del oratorio de Carl Orff, Carmina Burana contra el vice en ejercicio.

En Buenos Aires, Isabela Gaia y el Coletivo Passarinho hicieron una performance frente a la sede del consulado, puntualizando cada uno de los logros del petismo derogados con urgencia por el gobierno provisional de Michel Temer.

Tiempo Argentino
Mayo 22 de 2016

La persistencia de la memoria

En mayo de 2010 Lula y el entonces premier turco Recep Tayip Erdogan anunciaban un acuerdo con el presidente Mahmud Ahmadineyad para la limitación y control del plan nuclear iraní. Hacía poco más de un año que Barack Obama estaba en el poder y el acuerdo fue celebrado por el mandatario estadounidense. Irán, y especialmente su presidente, eran la encarnación del mal sobre la tierra, y el documento representaba una posibilidad de evitar una guerra como la que alentaban la derecha norteamericana y el gobierno israelí. Pero el acuerdo fue abortado por la secretaria de Estado Hillary Clinton, según revelaron en aquel entonces fuentes diplomáticas brasileñas a este diario .

Lula era para la mayoría de los medios un líder de fuste y la economía de Brasil lo ubicaba como uno de los más influyentes a nivel internacional. Brasil aspiraba a un puesto permanente en el Consejo de Seguridad en la ONU y tenía con qué. Incluso se unió al grupo BRICS, con Rusia, India, China y Sudáfrica, llamados a ser las potencias del siglo.

En junio de 2009, el golpe contra el presidente hondureño había enfrentado a Lula y la ex primera dama. Aquel respaldó a Manuel Zelaya y ordenó alojarlo en la embajada brasileña en Tegucigalpa, mientras que Hillary decidió reconocer a los golpistas de inmediato. En 2012, un golpe similar derrocó en Paraguay a Fernando Lugo. Dilma fue una de las adalides de la expulsión de ese país de los organismos regionales, aplicando la cláusula democrática.

En septiembre de 2013 Dilma pospuso un viaje a Washington acordado con la antelación que exige el protocolo, luego de las revelaciones del analista de la CIA Edward Snowden sobre el espionaje de las agencias estadounidenses al gobierno brasileño y la empresa Petrobras. Una insolencia quizás para Obama, que en enero había comenzado su segundo período y esperaba una reconciliación, luego del entredicho por Irán y el acercamiento de Brasil a las potencias emergentes.

En 2014 Dilma ganó la reelección con 54 millones de votos, 3,3 puntos o 3 millones de votos más que el conservador Aecio Neves. Suficientes para ganar –de hecho, la diferencia es mayor a la de Mauricio Macri sobre Daniel Scioli– pero la derecha pidió recuento de votos y denunció fraude. Una estrategia común de los partidos antipopulares de la región.

En enero de 2015 Dilma asumió su segundo mandato. En septiembre el gobierno de Obama y los miembros del Consejo de Seguridad más Alemania anunciaron un acuerdo nuclear con Irán muy análogo al que había alcanzado Lula cuatro años antes.

El jueves la «santa alianza» de medios dominantes y legisladores venales, con una chorrera de causas por corrupción, sobre sus cabezas desplazaron a Dilma. Luego de meses de acoso judicial sobre la dirigencia política y especialmente el partido de la. El PT encabeza la lista de los enemigos a combatir por O Globo, que cuando se cumplieron 50 años del golpe militar de 1964 publicó un editorial de arrepentimiento por aquel «desliz» ¿Habrá que esperar otros 50 años para que se arrepienta de este?

Tiempo Argentino
Mayo 15 de 2016