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Buena Vista para los emergentes

Keith Fitz-Gerald no puede considerarse un novato en el manejo de dinero. Como Jefe de Inversiones de Money Morning, tal vez el sitio más importante de noticias sobre mercados globales, lleva años dando consejos a pequeños y medianos inversores sobre nichos donde sacar mejor tajada de algún excedente de capital que queme en los bolsillos. Tampoco Mark Mobius es un imberbe en cuestiones de sacarle el jugo a fondos de inversión. En su último envío, el martes pasado, Fitz-Gerald se pregunta “¿Por qué Mark Mobius apuesta millones a estos acrónimos?”, y pasa a explicar que Joseph Mark Mobius –un hombre apacible que ya pasó los 75 años y lleva más de 40 como gestor de fondos y uno de los líderes en su metier– apuesta a las economías emergentes.
El secreto de Mobius es poner las fichas a las siglas que los analistas económicos están inventando. Desde el BRIC (Brasil, Rusia, India y China) que en 2003 bautizó Jim O’Neill, de Goldman Sachs, hasta uno de los últimos, TIMBIS (Turquía, India, México, Brasil e Indonesia).
Es curiosa la proliferación de acrónimos para facilitar la memorización de especuladores que muy probablemente no sepan la diferencia entre Eslovenia y Eslovaquia. Como esos alumnos de secundaria que aprenden el coseno de un triángulo rectángulo con ese tipo de recursos, los gurúes de centros de estudios y think tanks internacionales se devanan los sesos para encontrar el modo de englobar a naciones unidas por un destino que consideran común. Como hicieron con los PIGS (Portugal, Italia, Grecia y España) que mantienen en vilo al euro, lo mismo intentan con un puñado de naciones que a pesar de la crisis, o precisamente por ella, están creciendo más que los países centrales y prometen ser las potencias de las próximas décadas.
En un artículo publicado el domingo pasado en el diario Perfil se nombran algunos de estos juegos de iniciales. A los BRIC (BRICS cuando se le suma Sudáfrica, o incluso BRICMS si además se le agrega México) incorporaron los CIVETS (Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía, y Sudáfrica). Otro bloque, MAVINS, está integrado por México, Australia, Vietnam, Indonesia, Nigeria y Sudáfrica, mientras que los EAGLEs (águilas, son Emerging and Growth Leading Economies, o sea, economías emergentes que lideran el crecimiento global). Según los analistas del banco BBVA, son China, India, Rusia, Brasil, México, Corea del Sur, Indonesia, Egipto, Taiwán y Turquía.
CEMENT, resalta la nota de Perfil, son los Países de Economías Emergentes Excluidos de la Nueva Terminología (Countries in Emerging Markets Excluded by New Terminology, en inglés). Una humorada de un investigador de Ashmore Investment Management para los BRICS (ladrillos), que necesitan indefectiblemente del cemento para una construcción.
El final de la nota resume la idea de que “en ninguna de estas siglas aparece la Argentina”. Algo que ya adelantaba el título: “Grupos de países emergentes, exclusivos clubes a los que la Argentina no ingresa”, porque, destaca la bajada, “la economía argentina es considerada fronteriza, sin liderazgo mundial”.
Es cierto que en las siglas que destaca el bisemanario de Fontevechia no figura Argentina. Pero es porque no se tomaron el trabajo de incluir a otro en el que sí reparan los inversores: VISTA. Que incluye a Vietnam, Indonesia, Sudáfrica, Turquía y Argentina. Algo que sí hicieron Mobius y el estratega de Money Morning. Eric Dutram, analista en “ETF Database” (http://etfdb.com/), otro reducto para quienes quieren encontrar dónde invertir, también levantó la mirada y en un trabajo que tituló “Olviden a BRIC, miren a VISTA, naciones con mejores oportunidades”, reseña el por qué de la propuesta.
“Una de las mayores historias en el mundo de las inversiones en los últimos años fue el crecimiento de los mercados emergentes. Estas naciones (por VISTA) continúan creciendo a un ritmo impresionante y se encuentran en una posición mucho mejor desde una perspectiva fiscal que sus contrapartes de mercado desarrolladas”, indica Dutram.
Más adelante detalla que “el bloque de la VISTA es un grupo de nuevos mercados, no al mismo nivel de tamaño de India o China, pero que van a crecer rápidamente en los próximos años”. Y abunda en que “estas naciones tienen una creciente fuerza de trabajo joven, estabilidad política y aumento de los niveles de consumo”.
Fitz- Gerald dice a su turno que “por primera vez en la historia moderna, los mercados emergentes ya no son completamente dependientes de las economías occidentales ni de su demanda. A riesgo de sonar como un disco roto, esto les da una gama sin precedentes de opciones independientes de la ciénaga política, financiera y económica en que se han convertido los mercados desarrollados.”
Y agrega algo más interesante: “Esta no es la clase de cosas que se pueden encontrar en los medios de comunicación masivos, pero cada una de esas naciones están avanzando más rápido de lo que casi todo el mundo espera.”
Hace un par de meses, en un artículo publicado por NTT Communications (de la compañía de comunicaciones Nippon Telegraph and Telephone Corporation, www.ntt.com) se reporteaba al economista japonés que trabajó en el equipo del BRICs Research Institute, que descubrió el potencial de VISTA. La nota se tituló “Quien controla a los mercados emergentes controla el mundo”.
Takashi Kadokura cuenta que esas naciones a las que hizo pertenecer a la Argentina mostraron “desde el 2000 un crecimiento rápido y ahora están atrayendo la atención de todo el mundo como mercados emergentes”. Kadokura tiene como objetivo encontrar salidas al estancamiento nipón, mira para este lado del planeta y descubre que nuestro país, por ejemplo, ofrece productos de la tierra y necesita tecnología, algo que Japón puede ofrecer con beneficio.
Hace 25 años, el gobierno de Raúl Alfonsín intentó el camino inverso y convocó a un especialista de fuste como el japonés Saburo Okita para que colaborara en la búsqueda de opciones para reactivar la economía argentina. El Informe Okita puso énfasis en la competitividad de la industria, en la expansión de las exportaciones y en incrementar el rol del Estado como orientador del desarrollo. Todo lo contrario de lo que se hizo entre 1989 y 2003.
Ahora, 25 años más tarde, Kadokura redescubre el potencial de Argentina y considera que a corto plazo los países del VISTA pueden estar afectados por la recesión global “pero de mediano a largo plazo, son zonas importantes y cruciales”, y reclama que las autoridades japonesas se acerquen a estas costas lo antes posible.
“Argentina es un país que tendrá un papel importante (en el futuro). Junto con Brasil, con el Mercosur de fondo, se espera tenga (aún) más crecimiento. Para el gobierno japonés, un gran tema para abordar es el de crear una buena relación con estos dos países sudamericanos.”
Ya en 2007, Paresh Upadhyaya, director Global de Putnam Investments, otra agencia de inversiones, de Boston, sostenía que “VISTA es un acrónimo muy pegadizo y muy bien puede significar que estamos empezando a entrar en una segunda ola (de potencialidades) en este grupo de países pequeños de mercados emergentes”.
Más allá de si Argentina necesita de este tipo de inversiones especulativas y de si estas naciones tienen algo que ver entre sí, lo cierto es que desde hace tiempo es tomada en cuenta en un bloque de países emergentes. Sólo hay que levantar un poco la VISTA y sacarse las anteojeras para percibirlo.

Tiempo Argentino, 25 de Diciembre de 2011

Delitos menores

Jacques Chirac tiene 79 años y, según informes periciales presentados por sus defensores, padece “severos problemas de memoria” y comete “importantes errores de juicio y razonamiento”. Razón suficiente para que la justicia francesa –que lo encontró culpable de una serie de delitos que se traducen en malversación de fondos públicos para financiar a militantes de su partido– no lo mande a prisión.
El tema de los ñoquis, que no es otra cosa, en términos rioplatenses, el acto de corrupción que se le achaca al conservador Chirac, ameritó en Francia un debate que se zanjó blanqueando la forma de financiar la política mediante aportes estatales. Hasta entonces, era práctica común recurrir a subterfugios presupuestarios para que el puntero político tuviera un ingreso que le permita vivir mientras se dedica a la militancia. De otro modo, la política se convierte en un lujo para millonarios que se ganan el sustento por otros medios, alegan los defensores de estas prácticas. Alguno de los ministros de los que Dilma Rousseff tuvo que desprenderse está acusado de haber desviado fondos para financiar a partidos aliados del gobernante PT.
El caso de Chirac, de todas maneras, se convirtió en un fallo emblemático que seguramente manchará su legado histórico y sobre todo a la dirigencia francesa, poco acostumbrada a pasar por los tribunales, desde el sonado caso del colaboracionista Henri-Phillipe Petain, condenado al fin de la guerra por traición a la patria.
Los abogados de Chirac no pudieron salvarlo del oprobio, pero demoraron la condena bastante, ya que la denuncia inicial había sido radicada en 1992. Y eso que hasta los fiscales terminaron por aceptar el criterio de que ya había pasado suficiente tiempo para llevar al ex mandatario al estrado. “Si lo condenan estarán diciendo que Francia estuvo dirigida durante 12 años por un oscuro cajero inescrupuloso”, chicaneó el abogado Georges Kiejman a los jueces. Pero de todas maneras Chirac la sacó barata.
La corona española, mientras tanto, padece su propio escandalete, tras la explosión del caso Urdangarin, el yerno del rey Juan Carlos, implicado en una trama para desviar fondos de dos comunidades españolas, aunque no para militantes sino para su propio bolsillo. Iñaki Urdangarin, esposo de la princesa Cristina, fue estrella del handball profesional, bronce olímpico en Atlanta 1996 y Sydney 2000, y ahora duque consorte de Palma de Mallorca.
Fue separado de los actos oficiales de la familia real el martes, cuando el caso atronaba los medios de información, ante una sociedad española especialmente erizada por una crisis económica que elevó a niveles insostenibles el índice de desocupación e implica reducciones presupuestarias y ajustes en todos los estamentos.
Primero se dijo que la maniobra de Urdangarin, que conseguía aportes del Ayuntamiento de Valencia y del gobierno de las Islas Baleares a través de Instituto Nóos, entidad sin fines de lucro que presidió entre 2004 y 2006, había desviado 5,8 millones de euros. Pero ayer trascendió que la suma podría ser mayor a 17 millones. Y que la participación de la infanta Cristina no fue la de simple esposa que ignora las actividades de su marido corrupto, sino que la consultora inmobiliaria Aizoon, pertenece en un 50% al ex deportista y la otra mitad a su real esposa. Y que desde allí también se llegaron a emitir facturas falsas para disfrazar el giro de millones del erario público al paraíso fiscal de Belice.
Como consecuencia del affaire, además de apartar el yerno díscolo de la foto familiar, Juan Carlos de Borbón decidió blanquear los gastos de la monarquía a través de la página web real.
En la península, al mismo tiempo, se ventila el caso Gürtel, una trama urdida por el empresario Francisco Correa (Gürtel en alemán) por la cual obtenían fondos estatales derivados luego a negocios privados. Que se acrecentaban esquivando prohibiciones edilicias para erigir emprendimientos inmobiliarios. A cambio, aparece un ex presidente de la comunidad valenciana, Francisco Camps, del PP, acusado –y con pruebas bastante contundentes, de haber comprado trajes de unos 12 mil euros pagados generosamente por la organización de Correa. El abogado del Camps llegó a justificar los regalos en que su defendido era bastante “racanillo” (pijotero) para comprase algo de calidad por sí mismo.
El presidente alemán, Christian Wulff, también está en el candelero desde que se conoció su políticamente incómoda relación con el empresario Egon Geerkens. Según parece, Geerkens le había prestado 500 mil euros al mandatario cuando era gobernante de Baja Sajonia. Al asumir la presidencia, Wulff “olvidó” mencionar ese detalle, lo que lo pone en la mira de los ciudadanos que buscan relaciones más cristalinas en el poder. El empresario salió en defensa del demócrata-cristiano y explicó que el dinero era para la compra de una nueva vivienda, sin ponerse colorado: “Todo el mundo sabe que los divorcios son caros, y Christian necesitaba rearmar su vida.”
Casos que bordean lo insólito se producen en todas partes, por lo que se ve. Como le pasó al presidente de los Estados Unidos, que por poco no termina enchastrado por el que fuera gobernador de Illinois, Rod Blagojevich, condenado hace unos meses por haber intentado “subastar” al mejor postor la banca que dejaba vacante Barack Obama en el Senado cuando asumió la presidencia, en 2009.
Si bien se trata de corrupción, es de un tipo bien diferente la que se revela en el informe dado a conocer en Holanda, donde se muestra que unos 800 religiosos de la Iglesia Católica de ese país habrían cometido entre 10 mil y 20 mil abusos sexuales a menores internados en colegios, orfanatos y seminarios.
Al igual que la enorme mayoría de aquellos niños holandeses, Miguel Montes Neiro también tiene un origen pobre. Y la suerte lo acompañó poco en su vida. Cayó por primera vez preso en 1966, a los 16, pero se desbarrancó definitivamente diez años más tarde, estando en el servicio militar de aquella España que salía de la feroz dictadura franquista e intentaba la vida en democracia con el recién coronado Juan Carlos de Borbón.
Montes Neiro fue acusado del robo de un fusil, que luego apareció. Irritado, arrojó el uniforme en un rincón y decidió desertar. Capturado al poco tiempo, entró en prisión en octubre de 1976, y desde entonces fue acumulando días tras las rejas y delitos sobre delitos (robo, fraude, hurto, evasión, medio Código Civil, en fin). Aunque nunca hizo correr sangre ni utilizó violencia, por esas cuestiones leguleyas que sólo se aplican a los que no pueden pagar bufetes más renombrados, se le sumaron todas las sentencias.
Montes Neiro es el decano de los presos españoles: lleva 16.822 días en prisión, y los pocos momentos de libertad fueron esos 1400 días que sumó al cabo de cinco escapes y un par de veces que consiguió una condicional, hasta que se le cruzaron unas joyas ajenas en el camino. Pudiendo haber salido en 1998, debería quedarse hasta 2021 tras las rejas. Ahora el gobierno socialista lo indultó y podrá volver con su familia.
Si es que en medio no se encuentra con alguna encrucijada de esas que los encumbrados no suelen padecer.

Tiempo Argentino, 17 de Diciembre de 2011

Las islas y el continente

Los ingleses siempre se salen con la suya, como bien sabemos los argentinos, que no logramos sentar a sus representantes en la mesa de negociaciones por Malvinas a pesar de los reclamos en Naciones Unidas.
El primer ministro David Cameron ya había avisado que no pensaba firmar ningún acuerdo paneuropeo que implicara poner en riesgo a la principal joya de la corona británica: Londres, que comparte con Wall Street el privilegio de ser las dos mayores plazas financieras internacionales. La cocina donde se adoban los negociados especulativos más importantes del planeta.
Por más que la canciller alemana Angela Merkel diga que el acuerdo alcanzado en Bruselas la deja satisfecha y que el francés Nicolas Sarkozy sostenga que el documento de consenso recoge las exigencias planteadas en la previa por ambas naciones, la tercera economía más grande del continente fuera del acuerdo debilita bastante la propuesta de rigidez presupuestaria y la señal que se quería dar a los mercados ante la crisis, con lo que el Reino Unido se aísla del resto de la comunidad. No por nada el poeta Novalis dijo que cada inglés es una isla.
En una conferencia de prensa al amanecer tras un día agitado, el primer ministro insistió en que había hecho lo correcto para Gran Bretaña. De vuelta a su país, encontró una mayoría de adhesiones a su decisión. De acuerdo con sondeos del grupo conservativehome.com, el 76% de casi 2000 encuestados piensa que la cumbre fue una oportunidad histórica de establecer nuevas relaciones con el continente y el 57% apoyó que no se firmase ningún acuerdo para rescatar al euro. Más aun, opinan que lo mejor sería favorecer la ruptura de la moneda única. Lo que podría preocupar a la coalición gobernante es que el 84% declaró su interés en que se haga un referéndum para reformar el Tratado de Lisboa que incluya cambios sustanciales en la relación entre los distintos países de la región. Algo que, como ya se vio con la tímida intentona del premier griego, no entra en los cánones de la actual dirigencia europea.
Las voces favorables al conservador provinieron en primer lugar de su aliado liberal-demócrata, Nicholas Clegg. “Las demandas de salvaguardas que hizo el Reino Unido eran modestas y razonables. Lo que queríamos era asegurar que se mantenía un terreno de juego justo en los servicios financieros y el mercado único en su conjunto, lo que hubiera permitido tomar medidas de regulación de su sistema bancario más duras aún”, argumentó el viceprimer ministro.
Pero los más entusiastas del veto cameronista fueron los llamados euroescépticos. Un diputado conservador, por ejemplo, pidió mostrar un “espíritu bulldog” y directamente romper con la Unión Europea. Para Douglas Carswell, “Gran Bretaña se dirige ahora hacia una relación de tipo suizo con la zona euro.” Es decir, una neutralidad aséptica.
Desde el otro rincón, los hermanos Milliband, que se disputan con fiereza el control del Partido Liberal, no fueron tibios en la crítica. “El Reino Unido saltó a un bote con Hungría (que pidió plazo para firmar el acuerdo) al lado de un superpetrolero de 25 naciones”, ironizó David, ministro de Relaciones Exteriores de Gordon Brown. “La actuación de Cameron refleja debilidad”, señaló Ed, actual líder laborista. “¿Por qué no construyó alianzas antes de la cumbre?”
El senador lib-dem Lord Oakeshott, en tanto, acusó a Cameron de socavar la influencia de Gran Bretaña en Europa y poner los intereses de la city financiera por encima de la economía en general. “Es un día negro para nosotros. Ahora quedamos en la sala de espera mientras los demás toman las decisiones fundamentales en otro lado”, dijo.
Más allá de estas divergencias internas, hay que reconocer que por algo el ex presidente francés Charles De Gaulle desconfiaba de los anglos, como despectivamente solía llamar a británicos y estadounidenses. Y por algo también, mientras fue gobierno, se negó a que Gran Bretaña ingresara en el entonces Mercado Común Europeo, en un tiempo en que el viejo general también había retirado sus tropas de la OTAN. Porque De Gaulle, con perspicacia, veía a los británicos como lo que nunca dejaron de ser: aliados, socios irrefutables de Washington en sus apetencias imperiales.
Detalles también al margen, recién cuando De Gaulle dejó el poder, a pocos meses del emblemático Mayo Francés de 1968, el Reino Unido pudo entrar en la comunidad de naciones europeas, que todavía integraban seis miembros. El ingreso formal se produciría en 1973.
Pero siempre franceses y alemanes se mostraron desconfiados de los dirigentes de las islas, que dieron otra muestra de aislacionismo cuando se negaron a abandonar su moneda histórica, la libra esterlina, al nacer el euro. Podrían sintetizarse los argumentos de entonces en que “todavía lo tenemos que pensar, no están dadas las condiciones, el país no está preparado”. Y cada tanto suelen hacer un test para determinar la conveniencia de adherir a la moneda común. Que hasta ahora siempre dio negativo.
El rechazo a cambiar el Tratado de Lisboa tiene mucho que ver con un repudio al nuevo liderazgo de París y Berlín, el plan Merkozy, como sarcásticamente se lo llama. Una coalición en la que los ingleses tienen mucho más que perder en las actuales condiciones, ya que los ajustes presupuestarios también están en la agenda de Cameron. Sin embargo, con una moneda propia y manteniendo las actuales reglas, los conservadores quizás esperen que la city, en lugar de responderles con el bolsillo, lo haga con el corazón, una esperanza que en la historia del capitalismo nunca se cumplió.
Pero quién sabe, también Londres tema que si se abre esa Carta Magna pocos días después de que los países latinoamericanos y del Caribe dieron su adhesión al reclamo argentino sobre las islas del Atlántico sur se elimine la cláusula que en Lisboa reconoció a las “Falkland” como territorio británico de ultramar. Y los tiempos no están para correr esos riesgos.

Tiempo Argentino, 10 de Diciembre de 2011

Refundaciones

«Si Europa no cambia rápido, la historia del mundo se escribirá sin ella.” Frase premonitoria del presidente francés Nicolás Sarkozy el jueves, tres días antes del encuentro clave con la canciller alemana Angela Merkel. Franceses y alemanes están intentando diseñar un nuevo modelo para la Unión Europea al que, de alguna manera, quieren sumar a Gran Bretaña. El problema es que se proponen sostener a rajatabla su máxima creación, la moneda común, contra viento y marea.
Merkel abundó ayer ante el Parlamento de su país (Bundestag) en una línea que habla de unidad continental tanto como de refundación, palabra clave en estas circunstancias en que para salvar al euro, los dos países más poderosos pretenden reforzar el corset legal en torno de los balances fiscales y las cuentas públicas de los miembros del selecto club continental.
“Debemos dar pasos hacia la unidad fiscal, para expresar nuestra convicción de que sabemos que las políticas de nuestros países deben estar más coordinadas para tener una moneda común y estable”, deslizó Merkel. Pero luego fue más lejos en un aspecto si se quiere filosófico de la cuestión, que marca el momento que se vive en el Viejo Mundo. Porque tras rechazar de manera tajante los eurobonos y criticar duramente el manejo de las finanzas que llevaron adelante algunos gobiernos nacionales, dijo sin inmutarse: “La política falló durante años.”
Merkel fue todavía más clarita que Sarkozy sobre el planteo que piensa poner sobre la mesa en la reunión clave de los líderes europeos del próximo viernes: reforma de los tratados para lograr la unión fiscal del bloque y fijar límites más estrictos al endeudamiento en los países del euro. Pero se vio obligada a destacar específicamente que la propuesta de los alemanes intenta evitar una “división” entre los integrantes de la comunidad continental. Merkel sabe que todavía hay resquemores entre los socios principales. (Es bueno recordar que desde la unificación alemana, en 1871, este es el período más largo, 66 años, sin guerras entre ambos países). Y que las sospechas contra la voracidad germana se extienden a los más chicos.
Por eso la líder demócrata cristiana agregó que “ la línea alemana es clara pero no tiene nada que ver con miedo y ansias que se pueden sentir sobre el hecho de que Alemania quiera dominar. Esto es absurdo”. Como para tranquilizar espíritus, prometió “más disciplina, más solidaridad, más responsabilidad con las personas, un gobierno económico real. Esa es nuestra visión para el futuro de la Eurozona y la reforma futura de los tratados.”
Sugestivamente, uno de los mayores grupos industriales germanos, y un verdadero símbolo del capitalismo centroeuropeo, ThyssenKrupp, anunciaba el cierre del ejercicio 2010/2011 con graves pérdidas de 1783 millones de euros (2404 millones de dólares) que atribuyó a la situación en los Estados Unidos.
ThyssenKrupp nació casi con el euro, en 1999, como resultado de la fusión de los dos colosos siderúrgicos, Thyssen y Krupp. Los Krupp, viejos fabricantes de armas relacionados con todos los gobiernos alemanes, tuvieron protagonismo en todas las guerras europeas hasta 1945, y se diversificaron luego de la caída del nazismo.
Los Thyssen-Bornemisza muestran un derrotero similar, aunque aseguran que sólo uno de la familia apoyó a Hitler en 1939. María del Carmen Rosario Soledad Cervera y Fernández de la Guerra, baronesa viuda Thyssen-Bornemisza, tiene en España todo un historial de culebrones que no viene mucho al caso para la nota. Sólo es una excusa para articular con los datos de desocupados en ese territorio, que alcanzaron un nuevo récord de 4.420.462 millones en la última medición. La explosiva situación, que heredará el derechista Mariano Rajoy –un político que no tendrá empacho en darle las riendas de la economía a un tecnócrata– ya produjo un cambio de 180 grados en el tránsito de individuos en busca de mejores horizontes.
Según datos de la Secretaría de Estado de Inmigración y Emigración hispana, en el tercer trimestre de 2011 el número de ecuatorianos, colombianos, peruanos, cubanos y argentinos, cinco de las principales nacionalidades de extranjeros residentes en España, se ha reducido ostensiblemente. De acuerdo con el relevamiento “Extranjeros residentes en España. Principales resultados”, hay 3234 ecuatorianos, 1751 colombianos y 1511 peruanos que decidieron volverse a su terruño en busca, curiosamente, de mejores horizontes.
De este lado del Atlántico, mientras tanto, los líderes de 33 países se juntaban en Caracas para dar la puntada final a la llamada Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), una organización llamada a constituirse en el principal foro de discusión y debate de todos los países del continente. Sin la participación de los Estados Unidos y Canadá. Como escribió el periodista estadounidense Jim Wyss en McClatchy Newspapers, “el hemisferio organizó una fiesta pero no todos están invitados”. Y precisamente los excluidos son los países que tradicionalmente se sostuvieron en el otro gran foro continental, la OEA, tildado con razón como simple vocero de la potencia dominante.
“Necesitamos algo nuevo, algo nuestro, y tenemos mucha esperanza en que este nuevo foro probablemente pueda remplazar incluso a la OEA”, idealizó el ecuatoriano Rafael Correa, poniendo un toque radical a esta creación que impulsa con tanto vigor el venezolano Hugo Chávez.
Esto de suplantar a la OEA, que seguramente está en la mente de muchos de los dirigentes que acudieron a la capital bolivariana, no fue dicho tan explícitamente, sin embargo. Pero figura como uno de los temores que arrastran los grupos más ligados a Washington en la América del sur del Río Bravo. Y si bien el secretario general de ese organismo, José Miguel Insulza, elogió la creación del nuevo grupo y expresó que la CELAC “seguramente se constituirá en un eficiente mecanismo de coordinación y concertación política regional”, el malestar en Washington es evidente.
“La idea de que es posible crear una organización simplemente para ser anti-norteamericano no es viable durante un período sostenido de tiempo”, declaró Dan Restrepo, asesor principal del presidente Barack Obama para América Latina, al cronista de McClatchy. Otros, como Dennis Jett, ex embajador de los EE UU en Perú y profesor en la Penn State University, fueron más prepotentes. “Esta organización probablemente va a durar el tiempo que Chávez esté dispuesto a financiar”, dijo Jett. “Y no estoy seguro de cuánto tiempo más puede hacer eso”, finalizó.
América Latina y el Caribe tuvieron un crecimiento económico de más del 5% en 2010, y los gobiernos, más allá de los enfoques ideológicos de cada uno, buscan fortalecer la integración y el comercio regional para fomentar las industrias locales y reducir las importaciones extra continentales.
“En Caracas va a nacer un nuevo organismo. Esto es algo histórico en verdad”, dijo un Chávez bastante recuperado.” Hemos sido la periferia del mundo durante siglos, nos han impuesto lo que el norte le dio la gana de imponernos. Llegó la hora del sur, llegó la hora del nosotros”, enfatizó.
Llegó la hora de refundar Latinoamérica, en pocas palabras.

Tiempo Argentino, 2 de Diciembre de 2011