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El jefe del Pentágono dice que no quieren un cambio de régimen en Irán pero…

El jefe del Pentágono dice que no quieren un cambio de régimen en Irán pero…

El secretario de Defensa de EEUU, Pete Hegseth, se ufanó este domingo de que la Operación ‘Martillo de Medianoche’ contra instalaciones de Natanz, Isfahán y Fordow  “ha devastado» por completo el programa nuclear iraní y representa un «éxito aplastante» para la principal potencia militar del planeta. Al mismo tiempo, el jefe del Pentágono señaló que el gobierno de Donald Trump jamás se propuso un «cambio de régimen» en la República Islámica, algo que el mandatario desminitió prácticamente «al toque».

«No es políticamente correcto usar el término «Cambio de Régimen», pero si el actual régimen iraní no puede RECONCILIAR LA GRANDEZA DE IRÁN, ¿por qué no habría un cambio de régimen? ¡¡¡MIGA!!!», escribió en su red Truth.

https://truthsocial.com/@realDonaldTrump/posts/114729009239087163

El derrocamiento de los líderes políticos del país persa es un objetivo se diría que incluso fundamental para Benjamin Netanyahu. Para lo cual Israel cuenta con la “ayuda inestimable” de agentes dentro de Irán, como se reveló el 13 de junio con el asesinato de los integrantes de la cúpula militar y miembros de la élite científica que comanda el proyecto nuclear de  ese país.

En el siguiente tuit del 13 de junio, el primer ministro israelí les dice a los ciudadanos en un texto en persa que «ha llegado el momento de que el pueblo de Irán se una en torno a su bandera y su patrimonio histórico y luche por su libertad”, y recuerda el lema de manifestaciones proderechos de género en el país persa: “esta es tu oportunidad de levantarte y hacer oír tu voz. Mujer, Vida, Libertad. Mujer, vida, libertad”.

Otro apoyo, pero que no parece tan adecuado para cambiar el sistema político es el de Reza Ciro Pahlavi, un señor de 64 años, hijo del ex Sha Mohamed Reza Pahlavi, nombrado príncipe heredero el día de la coronación de su padre, el 26 de octubre de 1967. Quien desde la caída del régimen monárquico sigue ostentado el cargo con aires de aristócrata caído en desgracia. Y que ahora se pone el sayo de demócrata, copiando gestos de su admirado Juan Carlos I de Borbón, pensándose al frente de un Pacto de La Moncloa asiático. Un hombre que ya tiene el apoyo de Trump, que con su flamante lema MIGA, (Make Iran Great Again) brinda respaldo al aspirante a rey.

De allí que sea muy atendible recordar algunos hitos en la historia iraní de estas últimas siete décadas

Un trío sí que devastador

La Agencia Central de Inteligencia de Estados Unidos (CIA), fundada por el gobierno de Harry Truman en 1947, tuvo su bautismo de golpes en 1953, precisamente en Irán. Estaba en el trono el papá del príncipe. El primer ministro Mohamed Mosaddeg, elegido democráticamente, hay que resaltarlo, había nacionalizado la Anglo-Persian Oil Company en marzo de 1951 y se anotó en la lista de enemigos de la corona de los Windsor, Occidente y el mundo capitalista en general. Asu fue que forzaron sanciones y bloqueos varios contra el país, nada novedoso en la anglosfera.

El jefe del Pentágono dice que no quieren un cambio de régimen en Irán pero...
Reza Ciro Pahlavi, aspirante a una monarquía fenecida en 1979.

La nacionalización de los recursos era un reclamo que contaba con el gran apoyo de la población, que por esa razón había ungido jefe de gobierno a Mosaddeg. El Sha, siguiendo a pie juntillas el reclamo de las petroleras -sus mandantes después de todo- lo haría renunciar en julio de 1952, pero masivas manifestaciones populares convencieron al monarca de que le convenía que volviera al poder. Asi fue que el luego nacionalizaría también la empresa telefónica.

El MI6, el servicio de espionaje de la corona, invitó entonces a la CIA a unirse para derrocar a Mosaddeg, cosa que lograron en agosto de 1953 mediante la llamada Operación Ajax. En diciembre de ese año un tribunal lo condenó a tres años de reclusión en aislamiento en una prisión militar por semejantes “delitos”.

Dicen las crónicas que cuando le leyeron la sentencia, el destituido premier dijo: “El veredicto de esta corte ha aumentado mis glorias históricas. Estoy muy agradecido de que me haya condenado. Verdaderamente, esta noche la nación iraní entendió el significado del constitucionalismo”.

El Sha permaneció en el poder, basado en la brutal represión llevada a cabo por la Savak, el servicio de inteligencia interior, vinculado a la CIA, claro, pero mucho más con la Mossad. La Savak ensayaría tácticas que luego aplicarían en América latina las dictaduras militares durante los años de plomo. Sin embargo, Reza Pahlavi I también emprendió unos esbozos de desarrollo para Irán que incluyeron un proyecto nuclear del que participó desde 1974 el contraalmirante Oscar Quihillalt, quien había sido titular de la CNEA durante la dictadura militar.

En 1978 la resistencia a la feroz dictadura de Pahlavi crecía en todo el país y a instancias del gobierno de Jimmy Carter, tuvo que iniciar medidas democratizadoras. Pero ya era tarde y el Sha terminó huyendo del país el 16 de enero de 1979 . La oposición, liderada por el Ayatolá Ruholá Jomeini, tomó el poder para dar nacimiento a la República Islámica de Irán, basada en los principios del islam.

Al principio, por una cuestión de índole religiosa, Jomeini no tenía muy buena opinión sobre la energía nuclear. Pero así y todo, con la llegada de la democracia a la Argentina, la CNEA firmó contratos con la República Islámica en tiempos de Raúl Alfonsín, que fueron desactivados en 1992 por la gestión de Carlos Menem. Quienes acusan a Irán por el ataque a la AMIA sostienen esta historia como la base de una presunta represalia, de la que no hay pruebas. Pero ese es tema para otro debate.

Ahora, Reza Pahlavi Junior se prueba al traje de monarca democrático y desde su residencia en Estados Unidos le dice a la población cosas como que “la República Islámica ha llegado a su fin y está cayendo. Lo que ha comenzado es irreversible» y les promete un futuro brillante y que «juntos sortearemos este giro radical de la historia».

«Ahora es el momento de plantar cara; es hora de recuperar Irán. Espero estar con ustedes pronto”, concluye.

Tiempo Argentino, 22 de Junio de 2025

Trump en Medio Oriente y Xi en Beijing marcan territorios en el tablero internacional

Trump en Medio Oriente y Xi en Beijing marcan territorios en el tablero internacional

Los trebejos se movieron rápido esta semana y mientras Donald Trump esbozaba en Riad su proyecto geopolítico para una pax americana en Medio Oriente, en Beijing Xi Jinping reunía a líderes latinoamericanos para ofrecer planes de desarrollo compartido y líneas de crédito generosas. En ambos casos, la Argentina de Javier Milei parece haber apostado a perdedor y hasta se expuso a un tirón de orejas por una cercanía con China que ni siquiera llevó a enviar una delegación de alto nivel al Foro de la CELAC en la que se hicieron presentes los presidentes de Brasil, Colombia y Chile. En Estambul, en tanto, Volodimir Zelenski hizo un acting protestando por la ausencia de Vladimir Putin en la primera mesa de negociaciones Rusia-Ucrania desde la que en marzo de 2022 boicoteó el entonces primer ministro británico Boris Johnson. Los europeos,  por su parte, buscan no perder protagonismo mediático cuando  el principal dato debería ser que el continente dejó de cortar y pinchar como antaño (ver aparte).

El discurso de Trump en la capital saudita frente al príncipe heredero Mohamed bin Salman hizo recordar al de Barack Obama en El Cairo en 2009 que alentó el Nobel de la Paz de ese año por lo que prometía: relaciones más estrechas y respetuosas con el mundo musulmán. La realidad es que Obama recibió el galardón y a la semana estaba enviando más tropas a Afganistán y luego vendrían las llamadas Primaveras Árabes, cuyo último capítulo se disputó en enero pasado con la caída de Bashar al Assad en Siria.

Trump no esperó a la Comisión Nobel para recordar que “creemos en la paz a través de la fuerza” y reunirse con el nuevo presidente sirio, Ahmed Husein al Sharaa, que cuando se hacía llamar Abu Mohamad al Golani y no vestía trajes Armani era buscado por terrorista y el Departamento de Estado ofrecía U$S 10 millones por su captura. Trump dijo también que levantarían las sanciones contra Siria para “darle la oportunidad de desarrollarse”.

En ese mensaje –que contó con la presencia del presidente de la FIFA, Gianni Infantino, puente entre el Mundial de Qatar, la última escala de la gira de Trump, y el de EE UU, México y Canadá de 2026– el inquilino de la Casa Blanca dijo que espera firmar un acuerdo con Irán que implicaría el levantamiento de sanciones al precio de que el país persa renuncie definitivamente a su proyecto nuclear. Teherán pretende que se establezca a esa región como libre de armas atómicas, lo que llevaría a que Israel también renuncie al potencial que ya tiene.

La relación con el gobierno de Benjamin Netanyahu no está en su mejor momento y el presidente de EE UU fue a Arabia Saudita, Emiratos Árabes y Qatar pero esquivó Israel, lo que fue leído como un gesto para marcarle la cancha al gobierno ultraderechista, que rechaza acordar con Irán.

De hecho, el 5 de mayo el gabinete de Seguridad de aprobó un plan para “conquistar Gaza” y este viernes el ejército comenzó la Operación Carros de Gedeón, destinada a la limpieza étnica de la Franja que completaría la estrategia seguida desde que el 18 de marzo Tel Aviv rompió unilateralmente la tregua firmada con Hamás con el patrocinio de Omán y que ya dejó un saldo de casi 1900 muertos y 5000 heridos. Trump no le pone freno a Netanyahu pero desliza que su plan para Gaza contempla el desplazamiento de la población pero con el control militar de Estados Unidos.

Volviendo a Riad, Trump anunció allí un “cese el fuego” en su guerra de aranceles con Beijing. “Todavía tenemos que resolver algunos pequeños detalles —y Scott (Bessent, el secretario del Tesoro) está trabajando muy duro en ello—, pero China ha aceptado abrirse a EE UU, al comercio y a todo lo demás. Tiene que hacerlo y ya veremos qué pasa” dijo, con aire de triunfador. En realidad, en toda guerra, y le recuerdan desde Oriente, nadie gana y las pérdidas para EE UU ya eran palpables de modo que optó por bajar los aranceles generales del demencial 145% a un 30% por 90 días y luego se verá. Los datos de inversiones extranjeras en territorio estadounidense que lanzó en Riad semejaban mensajes de una nación en desarrollo.

Una entrevista al futuro exsecretario de EE UU para América Latina, Mauricio Claver-Carone, movilizó una pronta respuesta de la embajada del país asiático en Buenos Aires. Con un tono de patrón de estancia, el cubano-estadounidense aceptó el convite para despotricar contra el avance chino, pero tuvo un gesto de sinceridad cuando dijo que “China avanzó porque la región no planteó a los inversores americanos un contexto que implicara valor y retorno”, que es lo único que los mueve, mientras que “China invierte sólo para crear poder e influencia”. Para el cierre, la entrevista se guardó una advertencia a Milei: “Mientras tenga el país el swap, está amarrado a China y depende de ese swap para poder mantenerse económicamente. Entonces, Argentina no es libre”. La réplica fue fulminante: acusó al funcionario que deja el cargo a fin de mes de apelar a “lugares comunes, prejuicios y manipulaciones propias de la Doctrina Monroe” y señaló que «imponer a otros países a actuar según las órdenes de la parte estadounidense no es propio de la supuesta libertad que dicen defender, sino que significa someterlos a una mayor falta de esa libertad» y concluye con un poco frecuente para la milenaria diplomacia de ese país «¡Adiós, Carone!».

Las conversaciones entre Ucrania y Rusia en Estambul

Luego de muchos dimes y diretes, se desarrolló en Estambul la primera ronda de la segunda etapa entre representantes de Ucrania y Rusia para a un acuerdo de paz entre ambas naciones. La administración de Donald Trump se jacta de haber logrado que se juntaran en la capital turca, algo de lo que también alardea Recep Tayyip Erdogan. Como sea, Volodimir Zelenski se hizo presente e hizo alharaca de que quería verse cara a cara con Vladimir Putin, algo que nunca estuvo en discusión, y con esa excusa no entró a la sala donde se realizó el encuentro, bajo la coordinación del canciller Hakan Fidan. En Moscú no olvidan que allí, en marzo de 2022 se había llegado a acuerdos que el premier británico recomendó desechar porque creían que las tropas rusas no aguantarían una guerra de largo aliento. Ahora, en cambio, disimuladas en gestos ampulosos, hay urgencias que el que mejor vio fue Donald Trump.

Para Europa, el cambio de rumbo de Washington fue un balde de agua fría en sus aspiraciones de continuar una guerra que está planteada “hasta la última gota de sangre ucraniana”. Así, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, anunció este viernes más sanciones contra Rusia que incluirán el veto al gasoducto Nord Stream y nuevas restricciones a los bancos que apoyan a Rusia y a la llamada ‘flota fantasma’ de Moscú, que permite mantener el comercio por el Mar Báltico. Es curioso lo del Nord Stream, suspendido en 2021 el excanciller Olaf Scholz y bombardeado en 2022 en un atentado que cada vez es más que claro fue orquestado por servicios de Estados Unidos. Y que permitía el envío de gas a bajo costo para la industria alemana.

Tiempo Argentino, 18 de Mayo de 2025

Trump o cómo hacer una oferta que no se pueda rechazar

Trump o cómo hacer una oferta que no se pueda rechazar

Por más que Donald Trump se muestre displicente por la tormenta que desató en todo el mundo, hay un dato que indica cierta preocupación: este lunes posteó en su red social un mensaje de aliento para la población en general que bien se parecía a esas palabras de los directores técnicos antes de una gran final. “Estados Unidos tiene la oportunidad de hacer algo que debió hacerse hace décadas. ¡No sean débiles! ¡No sean estúpidos! ¡No sean PANICAN (un nuevo partido basado en gente débil y estúpida!). ¡Sean fuertes, valientes y pacientes, y el resultado será GRANDEZA!«

https://truthsocial.com/@realDonaldTrump/posts/114296801411259400

Es que a la catarata de aranceles que aplicó a todos los países, incluso algunas islas sin población -lo que generó menes brillantes- el presidente promueve tal estado de exasperación en las sociedades por sus posturas misóginas, su maltrato a inmigrantes y colectivos diversos y el despido masivo de trabajadores en varias instituciones públicas que este fin de semana hubo masivas manifestaciones en miles de ciudades de Estados Unidos y de otros rincones del planeta. El lema de las protestas era “manos afuera”, pero en cada lugar se agregó algún distintivo local y en muchos casos apuntaban contra Elon Musk, secretario del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE en inglés), el portador de la motosierra.

El lunes negro también generó incertidumbre y los medios de comunicación pusieron el foco en las abruptas caídas en las bolsas de todo el planeta y la respuesta de cada país a las gabelas que decidió Trump en base a una fórmula de difícil comprensión. La respuesta de los más encumbrados no se hizo esperar y China no solo devaluó su moneda -apenas un 0,4% contra el dólar pero suficiente como amenaza- sino que anunció una tasa de 34% a las importaciones de Estados Unidos en represalia a una cifra similar que impuso la Casa Blanca.

Trump o cómo hacer una oferta que no se pueda rechazar

Europa, en tanto, ya bastante golpeada por el desaire de haberla dejado afuera de las negociaciones con Rusia por Ucrania, no alcanza a coordinar acciones y las líneas de debate oscilan entre replicar los aranceles o negociar tasas mutuas de 0%. Las disputas parecen tan sutiles como para que, para lograr el apoyo francés, la Comisión Europea aceptó sacar de la ronda de aranceles de hasta 25% a productos de Estados Unidos al bourbon y el vino.

En el mientras tanto, este martes Trump agotó también su red Truth para anunciar que había hablado con el presidente interino de Corea del Sur y aseguró: ”tenemos posibilidades de un gran acuerdo para ambos países. Su equipo principal está en un avión rumbo a EE. UU., y la situación pinta bien. También estamos negociando con muchos otros países, todos los cuales desean llegar a un acuerdo con Estados Unidos”.

El léxico puede servir para para entender lo que está detrás del desparramo que armó el 47º presidente de Estados Unidos. Digamos entonces lo obvio: Trump es un empresario inmobiliario. No un martillero que dedica a intermediar entre la parte vendedora y la compradora. Es un tiburón de los que cuando ven un negocio no dudan en usar todos los recursos -incluso civilizados, claro- para conseguir un objetivo. O sea, si quiere construir una de sus torres y el propietario del terreno se muestra remiso a vender, ya le hará “una oferta que no pueda rechazar” al mejor estilo de Don Corleone.

La semana pasada, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, dio una extensa entrevista al periodista Tucker Carlson que vale la pena ver no solo para elucidar cuestiones económicas.

Dice Bessent: “El creador original de los aranceles fue (el presidente) Alexander Hamilton. Y utilizó los aranceles para financiar la nueva nación y proteger la industria estadounidense. El presidente Trump ha añadido una tercera pata al taburete: utiliza los aranceles para negociar”.

Y prosigue: “Vamos a reindustrializarnos. Hemos pasado a una economía altamente financiarizada. Hemos dejado de producir cosas, especialmente muchas cosas que son relevantes para la seguridad nacional. Creo que uno de los pocos buenos resultados de la COVID fue que tuvimos una prueba beta de cómo podría ser una guerra con un gran adversario. Y resultó que estas cadenas de suministro altamente eficientes no eran estratégicamente seguras. Así que ya no fabricamos nuestros propios medicamentos. No fabricamos nuestros propios semiconductores. Ya no fabricamos nuestros propios barcos”.

Y repitió uno de sus latiguillos: “ Wall Street lo ha hecho muy bien. Puede seguir haciéndolo bien. Pero es el turno de Main Street”. Esto es, algo así como la gente común, en referencia a la calle principal de las pequeñas ciudades, descuidadas en el largo período de la globalización.

Y aquí viene el punto central. Trump suele culpar de los males que vive Estados Unidos en el primer cuarto del siglo XXI a Bill Clinton por su estrategia de apertura de mercados con el objetivo de Integrar a China en el sistema de la OMC, en 2001. Pero la cosa no salió como pensaban los cráneos de la época, dicen en cercanías del actual inquilino de la Casa Blanca. Así, el crecimiento del país asiático lo llevó a ser el competidor económico a derrotar si es que EEUU pretende seguir siendo el que corte el bacalao en el mundo.

Hay que decir también que mucho de lo que Trump está haciendo desde el 20 de enero, tanto sea en geopolítica como en economía, revela que escuchó a teóricos y estrategas que advertían sobre la decadencia estadounidense. Por un lado las desastrosas invasiones de Irak y Afganistán devastaron su capacidad militar, que además no fue un dechado de virtudes desde 1945.

De hecho, salvo un “empate” en Corea -fue Trump el que recién en 2018 firmó un acuerdo de paz con Corea del Norte, ya que desde 1953 regía un armisticio- y los “triunfos” en sendas invasiones en Panamá y Granada, las tropas estadounidenses vienen de derrota en derrota. Desde Vietnam hace 50 años hasta Afganistán en 2020. Y en Ucrania están tratando de que no se note demasiado su responsabilidad en otra guerra perdida.

En el plano de la economía, también da para entender la postura de que con la apertura del comercio todo el mundo se benefició vendiendo en un mercado grande y ávido a rabiar. El déficit en la balanza de  pagos de Estados Unidos, según la Comisión Internacional del Comercio fue en 2024 de u$s 1,2 billones cercano al 4% del PBI. En cualquier país eso sería una hecatombe, pero contar con la maquina de fabricar la moneda en que se maneja el comercio internacional tiene sus ventajas.

De todas maneras la deuda pública, que ya supera el 120% del PBI, unos u$s 26.000 millones, es un salvavidas de plomo. La mayoría de esa deuda consiste en bonos del Tesoro que están en manos de varios países: Japón (u$s 1200 billones), China (775 billones), Reino Unido (701 billones), y con cifras en torno a los 300 billones, siguen Luxemburgo, Canadá, Bélgica, Irlanda, Islas Caimán y Francia. La semana pasada hubo una cumbre inesperada entre representantes de China, Corea del Sur y Japón. Tienen cuentas pendientes desde la II Guerra y 1950. Pero el espanto puede más que el amor, se sabe, y que el odio, y son de las tres economías mas grandes de Oriente.

¿Qué puede pasar de aquí en más? Una verdadera guerra comercial, a todo o nada, implicaría que algunos de los “enemigos” den una vuelta de tuerca y decidan deshacerse de los bonos, con lo cual la catástrofe sería mucho mayo por la depreciación de todos las tenencias y todos perderían. Una guerra militar no suena plausible por la debilidad industrial de Estados Unidos, y también de la OTAN, como se comprobó en Ucrania.

Volvamos a Bessent. “¿Cómo vaa  responder China como nación?”, pregunta Carlson.

“No sé si puedan tomar represalias (…) Si analizamos la historia (…), somos la nación deudora. Sí, tenemos déficits comerciales (y) la nación con superávit está en la posición más débil (…) Nunca hemos visto nada parecido en términos de su nivel de exportaciones en relación con el PIB y la población. (…) El sistema de manufactura chino es como esa vieja película de Disney con las escobas cargando los cubos. No hay nada que se pueda hacer, simplemente sigue funcionando. Ese es su modelo de negocios. Esto no va a parar. (…) ¿Cuál es el escenario ideal? (…) que de alguna manera se llegara a un acuerdo entre Estados Unidos y China… Queremos más manufactura, lo que significaría que una parte menor de la economía se destina al consumo. China tiene una economía desequilibrada con demasiada manufactura. Y, de hecho, los consumidores chinos salen perdiendo. Los hogares chinos están atrapados en lo que se llama la trampa de la renta media. ¿Podríamos hacer algo juntos para reequilibrarlos: consumir más y fabricar menos?”.

Por ahora, los chinos se burlan de la desindustrialización estadounidense.

https://twitter.com/xDaily_Know/status/1909529174781424013

Pero esta historia recién comienza.

Tiempo Argentino, 8 de Abril de 2025

Tiempos interesantes

Tiempos interesantes

Mañana Donald Trump inaugura el período más perturbador en la historia de Estados Unidos. No es que en sus 249 años de vida independiente nunca hubiera habido momentos inquietantes. Pero no hay registro de que la llegada de un nuevo presidente conmoviera los cimientos del mundo como esta vez a días de su jura.

Se podrían enumerar todas y cada una de las movidas dentro de la Unión Europea, la OTAN y Medio Oriente ante la promesa de sacar a EEUU del atolladero de Ucrania y de Gaza. Movidas algunas de una falta de elegancia que también es símbolo de época. Anular la elección en Rumania porque ganaba el que no conviene y dejar en el poder a un señor con Mandato Cumplido, al igual que en Kiev, no luce bien si se menea eso de la democracia liberal. 

Además, será el primer presidente que tuvo dos juicios políticos en su paso por el cargo y el primero que asume procesado y condenado por varios delitos… Pero el que deja el poder indultó a un hijo en otra retahíla de imputaciones, entre las cuales no figuraban -aunque debería- sus negociados con empresas ucranianas desde 2014, cuando se abrió esta nueva temporada de guerras en el este de Europa fogoneada por EE UU.

Trump, por otro lado, tiene esa sinceridad brutal de no ponerse en paladín de la democracia, como sus antecesores. Su principal argumento para promover una invasión a Venezuela era que “nos hubiéramos quedado con todo ese petróleo”. Ahora, quiere comprar Groenlandia porque además de sus riquezas, “es importante para la seguridad nacional”. Dentro de esa necesidad estratégica incluye anexar Canadá y re-tomar el Canal de Panamá. Hacer Grande a EE UU Otra Vez (MAGA, en inglés) era esto. Un expansionismo que forma parte del ADN norteamericano, que ahora sueña con la Conquista del Ártico. 

 “Ser enemigo de EE UU es peligroso, pero ser amigo es fatal”, dijo alguna vez Henry Kissinger. Estas nuevas amenazas afectan a países que coquetearon con Washington y ahora son la frutilla del postre en el nuevo tablero de ajedrez que plantea la futura administración. Que consiste en un Plan Monroe recargado con Marco Rubio en la Secretaría de Estado (atención a los gobiernos que se creen bendecidos por Trump) y el retiro de fondos para la OTAN y Ucrania. Ya el nuevo secretario general del organismo del Atlántico Norte, el neerlandés Mark Rutte, avisó que los europeos deben recortar los sistemas sociales para financiar equipamiento militar. O sea: el gasto lo pagarán los educandos, los enfermos y los jubilados, dijo.

Más allá de Trump, o precisamente por él, se percibe la decadencia del imperio estadounidense. Con las bravatas sobre Groenlandia, Canadá y Panamá, el electo “corre la marca” de los medios sobre la caída de Ucrania. EE UU azuzó ese conflicto desde los primeros días de Joe Biden para enmascarar la vergonzosa retirada de Kabul, tan parecida a la de Saigón, de la que en abril se cumplirán 50 años. Es cierto el enfrentamiento de Trump con el “estado profundo”. Pero con ese aire de cowboy procura ocultar una nueva derrota del gendarme de Occidente.

Últimas trapisondas en Washington: Biden retira a Cuba de la lista de países que patrocinan el terrorismo, cosa que había hecho Barack Obama en 2015 y Trump tiró al retrete en 2021. Otra es el acuerdo para el cese el fuego entre Hamás y el gobierno de Israel. La administración saliente y la entrante se atribuyen el mérito de un arreglo que ahora hace falta implementar.

Pero hay otro acto en el sainete desde este 20 de enero. Trump se asienta en Elon Musk, Mark Zuckerberg y Jeff Bezos. Estos magnates para los medios occidentales -nosotros preferiríamos llamarlos “oligarcas globales”- son los adalides de esta etapa del capitalismo, la del “tecnofeudalismo”. Musk manejará la motosierra en el Estado federal hasta el 4 de Julio de 2026, 250º aniversario de la independencia. Trump ya le marcó la cancha: “A mí me eligieron los votantes”. Su mentor, Steve Bannon, dijo al Corriere della Sera, de Italia: “Él es una persona verdaderamente malvada. Frenarlo se ha convertido en un asunto personal para mí. Al principio, como él había aportado tanto dinero, estaba dispuesto a tolerarlo. No más».

Diría Eric Hobsbawm, “se vienen tiempos interesantes”.

Tiempo Argentino, 19 de Enero de 2025