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Difícil tregua en Líbano, mientras Zelenski baja un cambio

Difícil tregua en Líbano, mientras Zelenski baja un cambio

Nada de lo que ocurre en política internacional debería atribuirse a la casualidad. Con esta premisa, se pueden trazar las líneas de fondo que subyacen en el Medio Oriente en una semana en la que al tiempo que la administración saliente de Joe Biden y la entrante de Donald Trump llegaron a un acuerdo estratégico en quizás el único lugar en que no tienen mayores diferencias: el apoyo al Estado de Israel. De tal manera que lograron coordinar un alto el fuego entre el gobierno de Benjamin Netanyahu y el grupo chiíta Hezbolláh en El Líbano, que por ahora no se está respetando tanto como dicen los papeles. Al mismo tiempo, “misteriosamente” fuerzas yihadistas avanzan en varios barrios de la ciudad siria de Aleppo, en una reaparición que tensa la situación hasta ahora calma para la presidencia de Bashar al Assad. Todo en un escenario en que en el otro campo de disputa hegemónica, Ucrania, todavía la OTAN trata de metabolizar la implicancia del misil Oreshnik para el futuro de una guerra a esta altura casi definida para Rusia.

Para dar cuenta de estas últimas definiciones habría que partir del fallo del Tribunal Penal Internacional de La Haya (TPI) del jueves 21 de noviembre que pide la detención de Netanyahu y de su exministro de Defensa, Yoav Gallant, por delitos de lesa humanidad. Huelga decir que Tel Aviv inscribió esa acusación en el marco de una decisión antisemita del mismo tribunal que había dictado en 2023 una medida similar contra Vladimir Putin. La novedad es que primero Francia y luego Países Bajos se apuraron a afirmar que no habrían de cumplir con ese mandato en el caso de que el primer ministro israelí quisiera visitar sus territorios. El caso es que ambas son naciones que firmaron el Estatuto de Roma, que obliga a cumplir con las resoluciones. A menos que estén adelantando el fin de esa institución a la que, además, no adhieren Israel, Estados Unidos, China, India y Rusia, entre otros.

Sin embargo, un reclamo contra el mandatario israelí lo convierte en un paria para la comunidad internacional o al menos le dificulta la libertad de movimiento y fundamentalmente la autoestima. Lo cierto es que esa cuestión aceleró en el otro lado del Atlántico la voluntad de sentar a Israel a una mesa de negociaciones para ponerle un freno a una ofensiva sobre el sur del Líbano que ya causó alrededor de 4000 muertos y más de 16.000 heridos, según el Ministerio de Salud Pública libanés, e impacta en la transición en EE UU. Como en Líbano Francia también tiene su influencia política, las versiones circulantes y que no habría que desdeñar indican que el presidente Emmanuel Macron habría también intervenido para “convencer” a Netanyahu.

La otra pata de este tablero candente, el este europeo, también encuentra otra serie de “casualidades permanentes” en Ucrania. Joe Biden autorizó en su gira sudamericana -entre la cumbre de la APEC en Lima y la del G20 en Rio de Janeiro de mediados de mes- a que Kiev lance misiles de largo alcance provistos por Washington contra territorio ruso. Las fuerzas de Volodimir Zelenski mandaron seis cohetes ATACMS contra la región de Briansk. La respuesta fue el misil hipersónico Oreshnik de seis ojivas con carga convencional de seis cabezas cada una. El aparato, indetectable actualmente, viaja a diez veces la velocidad del sonido y alcanzaría a cualquiera de las grandes capitales europeas en entre 10 y 20 minutos. Si se lanzaran desde el extremo oriental de Rusia los números serían similares para las ciudades estadounidenses.

Putin explicó que la ojiva puede llegar a los 4000 grados de temperatura, lo que la hace altamente letal incluso sin un cargamento nuclear. Y que ordenó la fabricación en serie porque había demostrado su efectividad destruyendo la fábrica de armamento de Yuzhmash, erigida en la época soviética. Estos días hubo otro intercambio de ATACMS y Storm Shadows y una nueva réplica de Oreshnik. ¿Querían probar si Moscú tenía alguno más?

Foto: Xinhua

Los europeos habían anunciado preparativos para la III Guerra Mundial y nada indica que se bajen de esa ofensiva, al menos verbal, aunque por ahora desde Washington les llega la palabra de Trump, que avisa su voluntad de terminar con la guerra. Esta semana, Zelenski dijo que estaría dispuesto a arreglar a condición de que Ucrania ingrese a la OTAN. «Si queremos detener la fase caliente de la guerra, el territorio de Ucrania que tenemos bajo nuestro control debe ser tomado bajo el paraguas de la OTAN», dijo a Sky News. Aunque se mantiene en que las fronteras son las reconocidas internacionalmente desde 1991, dice que está dispuesto a “negociar la devolución del resto de los territorios más adelante de manera diplomática”.

Desde Moscú, Putin dice que lo pasado pisado, que esa era una opción que se perdió cuando Kiev no aceptó el acuerdo de paz promovido por Turquía al comienzo de la contienda y antes, en los Acuerdos de Minsk de 2014. Las fuerzas rusas, por lo demás, a los frentes de Ucrania y Kursk en territorio ruso, le tuvieron que agregar estos días Siria, donde se despliegan en defensa del gobierno de Bashar al Assad y de su base en Tartus. “Las llaves del Kremlin se encuentran en Damasco”, aseguran que dice en los pasillos del Palacio Imperial.

Tiempo Argentino, 30 de Noviembre de 2024

Georgia, Rumania, Pakistán, Chad: otros escenarios de cambios

Georgia, Rumania, Pakistán, Chad: otros escenarios de cambios

No todo es Ucrania y Medio Oriente en las profundas convulsiones que se registran en la geopolítica actual y que no casualmente rondan la Federación de Rusia, China y la India, pilares de la nueva conformación del mundo que avanza a pesar de los remilgos y operaciones de EE UU y la OTAN. Esta semana, sin ir tan lejos, se potenció en Georgia el conflicto de la presidenta prooccidental con el parlamento, controlado por un partido más cercano a Moscú, mientras que en Pakistán las fuerzas del ex primer ministro Imran Khan fueron ferozmente reprimidas cuando marchaban hacia Islamabad para exigir la liberación de su líder, depuesto en abril de 2022 mediante un golpe militar avalado por la Casa Blanca, mientras el gobierno central debe enfrentar en el distrito de Kurram, en la provincia pakistaní de Jaiber Pastunjuá violentos choques entre sunies y chiitas que ya dejaron un saldo de más de 110 muertos y otros tantos heridos. En Rumania, en tanto, la Corte Constitucional ordenó el recuento de votos de la primera vuelta de la elección presidencial, que dio ganador al prorruso Calin Georgescu y dejó fuera del balotaje al actual primer ministro, Marcel Coilacu, superado apenitas por Elena Lasconi. Para desgracia de los franceses, que nunca se resignan a perder del todo sus colonias africanas, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Chad anunció además el viernes la rescisión del acuerdo de cooperación en seguridad y defensa que el país mantenía con su exmetrópoli.

En Tiflis, más de cien manifestantes fueron detenidos y hubo una veintena de heridos entre civiles y policías por las protestas frente al Parlamento de opositores a la conformación de ese poder y sobre todo, por la decisión del primer ministro Irakli Kobajidze de suspender hasta 2028 las negociaciones para que el país ingrese a la Unión Europea. La presidenta Salomé Zurabishvili -un cargo no ejecutivo- alienta el rechazo a la relección de Shalva Papuashvili como presidente del Parlamento. Se trata de un dirigente del mismo partido del premier, Sueño Georgiano, que el 26 de octubre obtuvo 53% de los votos en los comicios y ahora impulsa la realización de elecciones presidenciales antes de fin de año porque se vence el periodo constitucional de Zurabishvili sin posibilidad de renovar. La mujer desconoce el resultado electoral de octubre, lo mismo que Bruselas, que alegan inteferencia externa, léase rusa.

Lo de Rumania tiene un talante parecido. Georgescu dio lo que se considera un batacazo porque no estaba en los cálculos de nadie. Nacionalista y de derecha, dice que Rusia garantiz la paz en Europa. Su candidatura fue potenciada a través de la red TikTok y ahora todos se preguntan ¿Cómo no la vimos venir? Los que no lo quieren en el gobierno, proeuropeos y específicamente la UE, rechazaron el resultado de las urnas y llegaron a pedir nuevos comicios. La segunda vuelta será el 8 de diciembre. El hombre logró un 23% de sufragios, seis puntos más que la segunda, que sólo pasó por 2000 votos de diferencia.

Tiempo Argentino, 30 de Noviembre de 2024

Divorcio en puerta

Divorcio en puerta

El presidente parece necesitar la pelea permanente. Cuando no es un opositor –la elegida ahora es Cristina Fernández de Kirchner–, son legisladores o periodistas. Cada tanto desde sus huestes chuceaban a su compañera de fórmula y actual vicepresidenta. Ahora, directamente, el primer mandatario apuntó contra Victoria Villarruel, elevando la tensión institucional de un modo que ya es costumbre en las últimas décadas. Baste recordar los cruces de Cristina Fernández con Julio Cobos a siete meses de asumir el cargo, en 2008, o de ella misma con Alberto Fernández desde 2019. Y más atrás en el tiempo, la disputa entre Carlos Menem y Eduardo Duhalde, o la renuncia de Carlos Chacho Álvarez a su cargo durante la presidencia de Fernando de la Rúa. Lo que marca una diferencia es que ahora los choques ocurrieron desde el 10 de diciembre de 2023, con la designación del primer gabinete de Javier Milei. Y se da de un modo mucho más violento a través de las redes sociales, donde la Casa Rosada tiene un batallón de trols con los que todavía la vicepresidenta no cuenta, aunque se nota el «esfuerzo».

Durante la campaña habían establecido que Villarruel se ocuparía de los temas relacionados con la seguridad, la defensa y la inteligencia del Estado y Milei del resto. Pero para ganar el balotaje, el paleolibertario debió hacer un acuerdo con el PRO por el cual los integrantes de la fórmula de Juntos por el Cambio, Patricia Bullrich y Luis Petri, ocuparon ambas carteras, mientras que la agencia de espionaje la terminó ocupando la gente de Santiago Caputo.

Villarruel, que representa la pata reivindicadora de la dictadura dentro del conglomerado de La Libertad Avanza, no se quedó quieta y avanzó hacia la construcción de su propio espacio. Si bien ambos dirigentes tienen en la ultraderecha su espacio de referencia, eran inevitables las diferencias, que en rigor de verdad tienen profundas raíces dentro de las élites vernáculas. Por un lado, un liberalismo a ultranza cercano al desprecio sarmientino por todo lo nacido de estas tierras, consideradas bárbaras en contraste con la civilización que viene de las culturas occidentales. Jorge Luis Borges dijo alguna vez que se sentía «un europeo en el exilio», y este gobierno creó una Secretaría de Culto y Civilización dentro de la cancillería.

Villarruel, en cambio, apela a un nacionalismo católico que, para los historiadores, apela a la idea de una defensa de lo nacional con los que se justificaron todos los golpes de Estado que luego aprovecharon los liberales para tomar el poder e implementar un plan económico extranjerizante. La «oligarquía con olor a bosta» que ya había advertido el «padre del aula». Por eso, la vicepresidenta, que por un lado maniobra para sacar de las prisiones a los militares detenidos por delitos de lesa humanidad, al mismo tiempo recorre las provincias en cuanto acto pueda mostrarse con vestimenta gauchesca.

El 20 de noviembre, en la celebración del Día de la Soberanía, que recuerda la batalla de la Vuelta de Obligado, cuando en 1845 las fuerzas al mando del general Lucio Mansilla intentaron resistir el ingreso de buques de Inglaterra y Francia por el río Paraná para «abrir los mercados» sudamericanos al comercio europeo, posteó su homenaje. 

Ese acontecimiento se produjo durante el gobierno de Juan Manuel de Rosas, personaje incómodo para esas oligarquías, que en el periodo de Carlos Menem fue figura de un billete que la inflación condenó al olvido. Un usuario de la red X cercano al exsecretario de Comercio, Guillermo Moreno, subió en su cuenta de X un video donde se ve el gesto de rechazo de Villarruel ante un discurso de Milei que reivindica a Justo José de Urquiza, el gobernador entrerriano que comandó las tropas que derrotaron a las fuerzas de Rosas en la batalla de Caseros.

Como anecdótico quedó que justo ese 20 de noviembre el Gobierno anunció la licitación de la vía navegable del Paraná, la llamada Hidrovía, la principal salida para la producción nacional.

La vicepresidenta había viajado un par de días antes a Entre Ríos para la Fiesta Nacional del Arroz. Un gesto que fue severamente condenado en X por cuentas mileístas.

La diputada Lilia Lemoine, que tiene a Villarruel entre ceja y ceja y la llama despectivamente «Bichacruel», se encargó de avanzar en sus críticas más despiadadas y en sendos reportajes radiales y televisivos descargó su ira contra la vicepresidenta, que se había atrevido a caratular como «Jamoncito» al primer mandatario, en una de las embestidas más certeras contra el mandatario. 

Esta ruptura, que ya parece irreversible, se potenció luego de una entrevista del presidente con uno de sus divulgadores más cercanos, Esteban Trebucq, por el canal LN+. Preguntado por la relación entre ambos compañeros de fórmula, Milei dijo que el trato que mantienen es estrictamente institucional, que ella no participa de las reuniones de gabinete ni comparte muchas de las políticas de su gestión, y agregó: «Ella está mucho más cerca del Círculo Rojo y de lo que llama “la alta política” y nosotros llamamos “la casta”».

El revuelo fue de tal magnitud que tanto el vocero Manuel Adorni como el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, ensayaron una pirueta asombrosa para tratar de seguir sosteniendo que «no pasa nada» y que todo está en calma entre la sede del Gobierno y la presidencia del Senado, esas dramáticas 15 cuadras sobre la Avenida de Mayo. «Cuando el presidente dice que está cerca de la casta se refiere a que trabaja con los bloques de senadores para llevar adelante las propuestas del Gobierno nacional», le dijo Francos al comunicador Jonathan Viale.
Al cierre de esta nota, la vicepresidenta no había respondido a Milei. En cambio, sí lo hizo con Lemoine. En la red X, tomando el mensaje de una usuaria que llamaba «Miss Rivotril» a la legisladora, reivindicó el mote «Bichacruel» que le endilgan, señalando que es «un sobrenombre épico». Como se aprecia, un debate político de alto vuelo.

Analistas políticos afines al oficialismo coincidieron en que Milei aprovechó una semana en la que alega tener viento a favor para marcarle la cancha a Villarruel. Hablan de datos de inflación y actividad económica y pintan a un presidente envalentonado por la visita de los jefes de estado de Francia e Italia a Buenos Aires. Dejan de lado el rol que le cupo en la cumbre del G20 en Río de Janeiro y de la forma en que morigeró sus improperios contra Lula da Silva y Xi Jinping. Presionado en un caso para firmar un acuerdo por un gasoducto de Vaca Muerta a Brasil, y en el otro por los famosos swaps y el proyecto hidroeléctrico en Santa Cruz.

¿Habrá una fumata blanca similar entre Milei y Villarruel?

Revista Acción, 24 de Noviembre de 2024

Oreshnik, el nombre del nuevo «general» ruso que atemoriza a la OTAN

Oreshnik, el nombre del nuevo «general» ruso que atemoriza a la OTAN

Que Volodimir Zelenski se queje por el lanzamiento de un misil ruso sobre una fábrica de armamento en Dnepropetrvosk parece un sketch de una de las comedias que solía protagonizar hasta que se metió en la carrera política, en 2018. Porque durante la semana, había aprovechado rápidamente el permiso de Joe Biden para utilizar seis misiles de largo alcance ATACMS de fabricación estadounidense y dos Storm Shadow británicos sobre territorio ruso, sin mayores daños materiales ni víctimas. Lo esperable era una respuesta por lo menos igual de Vladimir Putin. Pero tanto en Ucrania como en la OTAN y la agonizante administración demócrata captaron el mensaje del Kremlin. Se trató de un misil hipersónico Oreshnik que podría llegar a Berlín en 14 minutos, a Bruselas en 14 y a Londres en 19. Viaja a una velocidad de Mach 10 y por el momento occidente no tiene como detectar ni frenar. Por si fuera poco, porta seis ojivas independientes, cada una de las cuales tiene otras seis, 36 en 1. Cada una de ella podría tener una cabeza nuclear, algo que esta vez no ocurrió.

La mojada de oreja de Biden desde Manaos, en el Amazonas –camino de la cumbre de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Lima a la del G20 en Río de Janeiro– cuando dio el OK al reclamo del presidente de Ucrania, corre el arco hacia una confrontación incluso nuclear. De allí el otro mensaje de Putin al firmar este lunes la modificación de la Doctrina Nuclear rusa, que considera usar armamento atómico ante un ataque de un país que, aunque no tenga ese tipo de artefactos, esté apoyado por naciones que sí los tengan y provean los implementos. Lo que causó el rechazo de los países de la UE y la OTAN.

No se anduvo con vueltas el mandatario ruso: señaló que los misiles en manos de Kiev son operados por personal de EE UU y del Reino Unido, con lo cual la guerra ya no solo es con Ucrania. Puntualizó también que el Oreshnik (Avellana, en castellano) es un misil experimental y como probó su efectividad en el teatro de operaciones, ordenó fabricarlo en serie. El complejo militar-industrial ruso está demostrando, desde su intervención en Siria desde 2015, ser superior al estadounidense, que contaba con picar en punta en Ucrania desde más o menos la misma fecha y embolsó dinero a carradas gracias al actual jefe del Pentágono, Lloyd Austin III, ex directivo de una de ellas, Raytheon.

En Europa entendieron de qué viene ahora la cosa y se están preparando para lo peor. Esta semana se conocieron detalles de los manuales de supervivencia que Suecia y Finlandia, los últimos socios de la alianza atlántica, le entregan a sus poblaciones, y los nuevos protocolos para las fuerzas armadas alemanas. Desde el otro lado, el Ministerio de Emergencias ruso mostró los refugios portátiles KUB-M, con capacidad para 54 personas y protección contra la radiación nuclear. Es también una forma de guerra psicológica para todos, pero de paso…

Sin embargo, la OTAN particularmente registró que de EE UU no pueden esperar nada si no arreglan con Donald Trump, que asumirá la presidencia en 57 días. El futuro inquilino de la Casa Blanca no habló esta vez, aunque prometió en campaña terminar con la guerra y su colaborador estrella, Elon Musk, venía insistiendo en la necesidad de reconocer la soberanía rusa en los territorios de Crimea y Donbass. En su primer período de gobierno, Trump había amenazado con retirarse de la OTAN si los europeos no ponían más fondos para su defensa. Cosa que hicieron con creces desde 2021.Donald Trump Jr., el primogénito del empresario inmobiliario, calificó a la movida de Biden como una maniobra de la industria bélica para dejarle una guerra a su padre.

El caso es que el neerlandés Mark Rutte, flamante secretario General de la OTAN, viajó de apuro a Palm Beach, Florida, para entrevistarse con el electo 47° presidente de EE UU y con el designado asesor de Seguridad Nacional, Mike Waltz en el marco de conversaciones secretas que Trump estaría manteniendo con Zelenski y Putin vía Zoom. Walz, coronel de la reserva galardonado con cuatro Estrellas de Bronce por su participación en Afganistán, África y Medio Oriente, fue lapidario con la autorización a Zelenski: «Es otro paso en una escalada que nadie sabe adónde conduce». Varios analistas advierten sobre la posibilidad de algún ataque de falsa bandera que empioje las cosas y justifique una nueva vuelta de tuerca que desate una respuesta brutal de Rusia.

El que percibe el tiempo que le toca vivir es el canciller alemán, Olaf Scholz. Golpeado por la renuncia de su ministro de Finanzas, Christian Lindner, y sin soportes para continuar en el gobierno, llamó a elecciones adelantadas para el 23 de febrero. La caída de la actividad económica por la guerra en Ucrania y el incremento del costo de la energía a raíz de las sanciones -que siguió al pie de la letra- pusieron a la ex locomotora de Europa contra las cuerdas. La semana pasada, Sholz habló por teléfono una hora con Putin sin que se difundiera el contenido de la charla. Este lunes anunciará que se postula nuevamente para el cargo por el partido Social Demócrata (SPD en alemán). En su plataforma prometió evitar que la OTAN entre en un conflicto directo con Rusia. 

Tiempo Argentino, 23 de Noviembre de 2024